La magistrada Carmen Abrines, encargada de la investigación por irregularidades en el ‘caso Cursach', señala en un auto la existencia de «una serie de indicios relevantes» contra el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán por «su presunta participación en varios hechos de potencial contenido delictivo».
El auto se ha notificado a las partes en un procedimiento en el que Penalva y Subirán habían presentado una querella por denuncia falsa contra los abogados José Ignacio Herrero y Vicente Campaner que, a su vez, los habían llevado ante el TSJB por posibles delitos que, en ese momento, fueron desestimados por el tribunal. La decisión de la magistrada es dejar en suspenso esa investigación mientras avanza la causa contra el juez y el fiscal para evitar incurrir en contradicciones en ambos procedimientos penales cuyo objeto colisiona.
El escrito de la magistrada alude a los atestados presentados por la Policía Nacional «con numerosa prueba documental que refleja el resultado de la investigación llevada a cabo por orden judicial». La misma juez dio la semana pasada un plazo de diez días a las distintas acusaciones y defensas para que se pronuncien sobre si esos indicios de delito contra Penalva y Subirán hacen que la causa sea competencia del Tribunal Superior de Justicia de Baleares.
El juez que estuvo antes al frente de esta investigación, Miquel Florit, intentó en dos ocasiones enviarla al TSJB. En ambas fue rechazada por no haber cumplido con todos los trámites, como recabar la opinión de las partes.
Una supuesta denuncia falsa
Penalva y Subirán presentaron en julio de 2018 una querella por un delito de denuncia falsa después de que el TSJB desestimara las que les había interpuesto una ciudadana rumana. Esa instrucción queda ahora en suspenso por «criterios de prudencia» por si se presentaran ahora indicios que avalaran las denuncias que se tildan de falsas.