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TRÁFICO

El anárquico cruce del Rafal que irrita a vecinos y conductores de la EMT

La proliferación de vehículos mal estacionados impide a los autobuses maniobrar, sumándose infracciones en los espacios de carga y descarga y daños al mobiliario

Imagen de los vehículos parados por el mal estacionamiento entre las calles Virgen de Montserrat y Jerónimo Boscana.

| Palma |

Coches mal aparcados, sobre la acera, sin respetar líneas amarillas y en un cruce complicado, por el volumen de tráfico y a su vez por el paso de la línea 5 de la EMT. Cuyos conductores están hartos de tener que parar en seco sus vehículos y hacer uso del claxon para despejar el paso, o pedirlo y poder continuar con su servicio. Ese es el panorama que se encuentran los vecinos y residentes de la barriada palmesana del Rafal.

Más concretamente, los que viven en las proximidades del cruce que une las calles Virgen de Montserrat y Jerónimo Boscana en la barriada del Rafal. La primera de ellas es una de las arterias principales de la zona, conectando la calle Aragón con la zona que comprende el colegio Sant Josep Obrer, el polideportivo Germans Escalas y el puente que cruza la vía de cintura y separa el Rafal Nou de Son Gotleu.

Los vechículos que obstaculizan el paso de los autobuses se han convertido en un problema corriente para los conductores de la EMT, visiblemente molestos por una situación que se reitera y que, ante la denuncia de los vecinos, ha llevado a intervenir a la Policía Local, aunque los residentes aseguran que los fines de semana, cuando se producen estas situaciones, resulta complicado que puedan aparecer para regular el tráfico y sancionar a los infractores.

Los conductores apuran al máximo la trazada para realizar el giro entre Virgen de Montserrat y Jerónimo Boscana, con la precaución añadida de que al principio de este última vía hay una parada. Bien en la esquina o sobre la línea amarilla que delimita el espacio necesario para maniobrar esos autobuses, los vehículos se estacionan sin respetar las normas y dificultando el tráfico, además de causar molestias a los residentes.

Un autobús, intentando acceder a la calle Jerónimo Boscana.

A eso se suman los momentos de tensión que se generan cuando los chóferes se ven obligados a hacer uso del claxon, cuyo contundente ruido a según qué horas provoca un estruendo importante en esa zona del Rafal, donde ya se han acostumbrado a ver cómo las infracciones de tráfico son una costumbre. Como el ocupar los espacios destinados al carga y descarga sin respetarlos, provocando que los vechículos a los que van destinados esas plazas tengan que ocupar otros espacios e incluso subirse a las aceras o buscarse la vida para realizar su trabajo.

Pilón en mal estado por las incidencias de tráfico en ese cruce. Foto: F.F.

Los problemas de circulación en ese caótico cruce también han afectado al mobiliario urbano. Los pilones de plástico o metálicos aparecen doblados o, literalmente, derribados y aplastados, de la misma manera que el paso de vehículos pesados por el cruce se ha llevado por delante más de una señal de tráfico.

Un camión, mal estacionado en la zona de paso del autobús.

«Esto es cada día, varias veces incluso, pero por más que viene la Policía Local, nada cambia... y los fines de semana a veces tardan mucho en venir o ni aparecen», denuncia uno de los vecinos de esa zona de Palma, donde los problemas de circulación derivados de la falta de civismo provoca numerosas molestias a conductores y residentes.

En ocasiones, incluso, los pasajeros de los autobuses de la línea 5 han tenido que bajarse antes de llegar a su parada por los retrasos provocados por esa circunstancias de tráfico que provocan bloqueos en un cruce que es un dolor de cabeza para todos quienes las sufren.

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