«Quédate quieta y no te muevas». Un palmesano de 40 años, sin antecedentes, ingresó este sábado en prisión después de que fuera detenido por la Policía Nacional por intentar secuestrar a una chica de madrugada en la Plaza de España, en Palma. El acusado intentó introducirla a la fuerza en su furgoneta, pero la tenaz resistencia de la víctima y la aparición de una mujer que empezó a gritar pidiendo ayuda consiguieron ahuyentarle.
El presunto secuestrador, que es repartidor, incurrió en numerosas contradicciones durante su interrogatorio. Primero sostuvo que no se había bajado de la furgoneta, pero al final reconoció que sí lo había hecho. Después contó que sólo quería hablar con la chica, a la que vio caminando sola por la acera. No tiene antecedentes, pero sí una orden de alejamiento de su exmujer.
Los hechos
La víctima regresaba a casa a la una de la madrugada del viernes, en dirección al cine Augusta. Cuando estaba en la confluencia de la Plaza de España con la calle Eusebio Estada una furgoneta Renault de color blanco atravesó tres carriles hacia la derecha y se detuvo junto a ella. Rápidamente se apeó el conductor, que la cogió con fuerza por los dos brazos y trató de inmovilizarla. Actuó con gran violencia, hasta el punto de lesionar a la chica, mientras no paraba de susurrarle: «Quédate quieta, no te muevas».
Sin embargo, la joven luchó desesperadamente para evitar que la metiera en la parte de atrás de la furgoneta. Pataleó y le golpeó, al tiempo que gritaba con fuerza. Fueron unos segundos eternos, pero en ese momento apareció en la escena una mujer que había escuchado los gritos y corrió a auxiliarla. Fue entonces cuando el conductor, al verse descubierto, soltó a su presa y corrió al interior del vehículo, con el que se dio a la fuga a gran velocidad.
La testigo se quedó con la víctima, que estaba en estado de shock y casi no podía articular palabra. Luego cruzaron la calle y llegaron al centro de la Plaza de España, donde pidieron ayuda a una patrulla de la Policía Local. La chica atacada tuvo que ser atendida en el hospital de Son Espases y presentaba marcas de la violenta agresión.
A partir de ese momento, el Grupo de Atracos de la Jefatura palmesana abrió una investigación exhaustiva que tuvo prioridad dada la gravedad de los hechos. Había sido un intento de rapto, supuestamente con intenciones sexuales, y el secuestrador andaba suelto, por lo que los agentes se volcaron en el caso.
Uno de los escollos principales con los que se topó la investigación fue que ni la víctima ni la testigo pudieron tomar la matrícula de la furgoneta. Coincidieron en que era de color blanco, de pequeñas dimensiones, pero no memorizaron ningún dígito o letra. La Policía Nacional, sin embargo, fue estrechando el círculo y el viernes por la tarde, a las 15.15 horas, procedieron a su detención.
Su vehículo, de la marca Renault, fue precintado. Ha sido registrado de forma minuciosa, por si había bridas, cinta americana o cuerdas con las que pretendiera atar a la chica. Sin embargo, no ha aparecido nada extraño. Aunque los agentes no descartan que pudiera haberla limpiado ante la sospecha de que iba a ser detenido. En el salpicadero, junto al volante, tenía pegadas las fotografías de sus hijos.