Un terremoto con magnitud 6,7 Richter castigó este martes el noroeste de Japón y motivó un alerta de tsunami en una amplia zona costera, pero sólo causó heridos leves y no se informó de daños materiales graves.
El movimiento sísmico se registró a las 22.22 hora local (13.22 GMT) con epicentro en el mar, cerca de la costa noroccidental de Japón, frente al límite que separa las prefecturas de Niigata y Yamagata.
La zona costera más castigada está bastante despoblada, por lo, de acuerdo con la información oficial, sólo se produjeron algunos heridos leves, según informó el ministro portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga.
Inicialmente, la Agencia Meteorológica de Japón había informado de que el temblor tuvo una magnitud de 6,8 Richter, pero en una rueda de prensa después de la medianoche corrigió el dato a la baja y lo situó en 6,7, aunque todavía es una valoración provisional.
También corrigió la profundidad del epicentro, ya que inicialmente dijo que era de 10 kilómetros y luego lo revisó hasta 14 kilómetros.
En una primera rueda de prensa para dar a conocer los efectos del temblor, Suga anunció que las dos centrales nucleares de Niigata y Yamagata no dieron cuenta de anomalías.
Los temblores y el riesgo de tsunamis causan especial preocupación en Japón por el impacto que pueda haber en las centrales nucleares que operan en el país, especialmente las situadas en la zona costera.
Japón tiene muy presente la tragedia que ocurrió el 11 de marzo de 2011 por un temblor de 9,0 Richter y el tsunami posterior que afectó a la central nuclear de Fukushima Daiichi. Entonces hubo más de 18.000 muertos y desaparecidos, en el peor desastre que sufrió el país después de la II Guerra Mundial.
Nada más registrarse el movimiento telúrico de hoy, la Agencia Meteorológica de Japón pidió a los pobladores de la zona costera de las localidades más expuestas que evitaran acercarse al mar y buscaran refugio.
La alerta de tsunami se dio desde el inicio del movimiento sísmico para las prefecturas de Niigata, Yamagata e Ishikawa, pero quedó levantada casi tres horas después.
La intensidad que anotó la Agencia Meteorológica para este temblor fue en la región de Niigata de 6+ grados en la escala japonesa (de 0 a 7), lo que da cuenta de un temblor sísmico violento.
En Yamagata la intensidad fue de 6-, y en Fukushima la intensidad fue de 5 grados. En la prefectura de Saitama, justo al norte de Tokio, la intensidad registrada fue de 3 grados, lo que implica un leve seísmo, de acuerdo con la escala japonesa.
Tanto el portavoz del Gobierno como la Agencia Meteorológica hicieron llamamientos para estar vigilantes por posibles réplicas y los efectos del tsunami.
Dos horas después de primer temblor se registraron al menos siete réplicas, con magnitudes de entre 2,7 y 4.0 Richter.
Según la información oficial, en los próximos siete días hay una probabilidad de entre el 10 y el 20 % de que haya una réplica con una magnitud parecida a la del temblor registrado esta noche.
La Agencia Meteorológica informó de que en las próximas horas se esperan lluvias en Yamagata y Niigata, por lo que alertó sobre la posibilidad de derrumbes de suelos que han quedado inestables.
La cadena pública de televisión NHK informó de vías cerradas e interrupciones en el servicio de ferrocarril en la zona, pero no de accidentes. El tráfico de los trenes bala de la zona quedó interrumpido por varias horas para revisar el estado de las vías.
Cerca de 10.000 viviendas en las prefecturas de Yamagata y Niigata se quedaron sin luz, según los datos que ofreció Suga.
La oficina del primer ministro japonés, Shinzo Abe, estableció un gabinete de crisis para dar seguimiento a los efectos del movimiento sísmico.
En breves declaraciones a los periodistas después de la medianoche, Abe sólo dijo a la población que esté vigilante por los tsunamis o posibles réplicas.
Japón se asienta sobre el llamado anillo de fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, y sufre terremotos con relativa frecuencia, por lo que las infraestructuras están especialmente diseñadas para aguantar temblores fuertes.
En zonas como las regiones castigadas la población está especialmente preparada para este tipo de movimientos telúricos, lo que según los expertos pudo influir para que sólo se registrara un número no determinado de heridos leves.