Xisco Sala es el policía de Llucmajor que detuvo al asesino. El agente estaba fuera de servicio y esperaba a que sus hijos salieran del colegio Pedro Poveda, junto a la tienda, cuando vio corriendo a Rafael Pantoja «con un chico tras él, que gritaba ‘Ayuda, ha acuchillado a una mujer'».
Xisco, y otro vigilante de seguridad, salieron corriendo tras el sospechoso y el agente le dio alcance: «Se giró y vi el machete de un palmo lleno de sangre. Se encaró, a la defensiva, y gritó: ‘Dejadme'. Yo le dije que era policía y que no iba a dejarle. Entonces reconoció al otro vigilante y se vino abajo cuando aquél le dijo: ‘Pantoja, ¿qué haces?'».
Luego le pidió a Xisco que le enseñara su placa: «Soltó el cuchillo y se derrumbó».