El Govern balear se vio obligado a activar el plan de emergencia por inundaciones (Inunbal) por primera vez en los 13 años que lleva en vigor desde que se aprobó en la época de Jaume Matas. Lo hizo a las 21.07, dos horas después de que una tormenta de agua y lodo arrasara parte del municipio de Sant Llorenç.
El Govern insiste en que la activación de ese plan es un trámite administrativo que únicamente implica que el Ejecutivo asume el mando del operativo. De hecho, durante esas dos horas, los servicios de emergencia actuaron sin tregua para atender a las llamadas recibidas en el 112.
Esas dos horas están ahora en el foco del debate político, pero técnicos de Emergències aseguran que es un margen razonable dadas las circunstancias. Cuando Joan Pol, jefe del operativo de emergencias sobre el terreno, pudo llegar por fin a la zona –en medio de enormes dificultades por el estado de las carreteras–, el plan Inunbal ya estaba activado. Eso le permitió asumir la coordinación de la tragedia, que hasta entonces estaba en manos del Ajuntament de Sant Llorenç.
El plan que se activó por primera vez desde que está en vigor detalla el protocolo de actuación del Govern. Entre otras cuestiones, indica que no es preciso esperar a las alertas de la Aemet para actuar si el propio Govern tiene datos de pluviohidrológicos que así lo aconsejen. Pol explica que no los había porque los torrentes estaban secos hasta que rompió la tormenta.
El responsable del mando sobre el terreno asegura, en cualquier caso, que ha llegado el momento de revisar el contenido del plan porque las circunstancias han cambiado mucho desde que se aprobó, incluso desde el punto de vista meterológico. El plan establece, por ejemplo, que todos los ayuntamientos que presentan zonas inundables deben aprobar su propio plan de emergencias. El de Sant Llorenç no lo tiene aprobado, según señalan desde el Govern.
La consellera responsable de Emergències, Catalina Cladera, reunió a los grupos parlamentarios para explicarles el minuto a minuto de la actuación del Goverrn. Ha pedido poder explicar los datos en el Parlament y la comparecencia se celebrará, con toda probabilidad, el martes de la próxima semana.