Miquel Galmés Gento y Miquel Montoro –padre del niño youtuber– se han convertido en héroes en Sant Llorenç. Salvaron, utilizando solo cuerdas, la vida de cuatro personas, holandesas, del interior del torrente.
«Vimos un coche que bajaba sobre las 20.30 horas con las luces encendidas. Nosotros habíamos quedado atrapados y no podíamos volver al pueblo. Al cabo de un rato, oímos gritos, no eran de socorro, eran de muerte, espeluznantes. Y decidimos intentar rescatar a los afectados. Cogimos cuerdas y nos lanzamos a la proeza».
Así relatan el inicio de una locura que les llevó salvar la vida de estos cuatro turistas que acababan de llegar del aeropuerto para participar de la celebración de una boda en la Isla.
Atados uno al otro con una cuerda, Gento y Montoro entraron dentro del torrente. «La fuerza del agua y el ruido que oíamos eran terrible. No veíamos nada, solo los relámpagos nos iluminaban y los gritos nos guiaban», relatan. Con el agua hasta el pecho, vieron pasar árboles enteros, coches, palets, plásticos y botellas de butano. Una de ellas impactó en las costillas de Montoro. «La suerte que tuvimos fue que no pasó ningún objeto de gran tamaño entre los dos, de haber sido así la cuerda se rompe y nosotros nos vamos detrás».
Cuando estaban a pocos metros del coche, vieron que allí había cuatro personas. «Eran mayores, una de ellas, una mujer, supimos después que utilizaba caminadores. Esto complicó aún más el rescate. Nos jugamos la vida, pero debíamos intentarlo».
La mujer mayor sufría hipotermia. Según explicó la hija de Miquel Galmés, enfermera de profesión, que la atendió tras el rescate, «ya tenía el color de la muerte, no le quedaba más de media hora de vida». La sala de estar de la vivienda de los Montoro se convirtió en una sala de primeros auxilios. Pero la odisea no había terminado. El agua había destruido el camino, no había telefonía y aquellas personas debían ser atendidas. Así que Montoro cogió el tractor para intentar limpiar el camino y que las ambulancias pudieran acceder a la vivienda.
Al final, todo acabó bien, Gento y Montoro salvaron a cuatro personas y el pasado sábado se reunieron con dos de ellas, el matrimonio holandés. La abuela y su cuidadora ya habían regresado a su país de origen.