El colegio Sant Agustí de Palma, que apartó a un monitor detenido por abusos sexuales a un niño de 11 años, tranquilizó ayer a las familias. La dirección del centro y la Asociación de Padres de Alumnos convocaron a los familiares de los estudiantes en el salón de actos para explicarles lo ocurrido en los últimos días. Los animó a denunciar al monitor si tienen sospechas de algún otro episodio de abusos.
Los responsables del colegio se pusieron a disposición de las familias para informarles de cualquier duda que tuvieran con respecto al monitor suspendido. Los padres de los alumnos tuvieron conocimiento de que el hombre fue apartado el 23 de mayo. Dos horas después que la Policía Nacional notificara la denuncia.
El centro mostró su apoyo a la familia del menor y aplicó de inmediato el protocolo enmarcado en el Plan de Promoción del Bienestar y Seguridad del Alumnado.