Uno de los cuatro asaltantes el pasado sábado a la casa de campo de Porreres se ha entregado este lunes por la mañana voluntariamente a la Guardia Civil, ha avanzado en rueda de prensa la delegada del Gobierno en las Islas Baleares, María Salom. Se trata del hermano gemelo del ladrón fallecido el pasado sábado.
«Esta persona se ha sentido acorralada y ha comparecido en las dependencias de la Guardia Civil», ha informado Salom a los periodistas.
Tras la muerte de uno de los asaltantes por los disparos del dueño de la vivienda y la entrega de este hombre, los agentes de la Benemérita continúan trabajando para detener a otros dos participantes en este atraco.
Salom ha lamentado este suceso, que es «preocupante» aunque «puntual», ha subrayado.
Este grupo de cuatro personas asaltó el sábado una casa de campo del municipio de Porreres. Uno de los asaltantes fallecido como consecuencia del disparo en el abdomen producido por una escopeta de caza del propietario de esta vivienda.
Intenso trabajo
Salom no ha especificado en qué localidad y en qué dependencias de la Guardia Civil se ha presentado este individuo para «dar todo tipo de explicaciones» sobre este suceso.
Los agentes de la Guardia Civil, ha continuado, trabajan «intensamente» desde el sábado para detener a los presuntos atracadores después de que fuera identificado el fallecido.
La delegada del Gobierno ha reconocido que «al final se podrían poner» en cada pueblo «cien policías locales más y tres patrullas más de la Guardia Civil», pero es «imposible que pasen determinadas cosas», como el atraco a esta vivienda.
«Tenemos muy buenos policías locales, nacionales y guardias civiles que hacen su trabajo, pero evidentemente no podemos evitar un hecho puntual como el sucedido en Porreres», ha añadido.
El juzgado de Manacor instruye esta causa y ha decretado el secreto de sumario de la investigación.
El asalto se produjo en torno a las 9.10 horas cuando los atracadores entraron en una vivienda situada en el camí des Olivars de Porreres en cuyo interior se encontraban sus propietarios, un hombre de 77 años y su esposa.
Tras ser agredido, el propietario cogió una escopeta de caza que tenía en la vivienda y disparó en el estómago a uno de los supuestos ladrones.