Drama en Porreres. Un jubilado de 78 años ha matado este sábado de un disparo de escopeta al ladrón que había entrado en su finca y le estaba atacando para que le entregara el dinero que tenía. El suceso ha tenido lugar sobre las diez de la mañana en una finca de las inmediaciones del cementerio del municipio.
El fallecido, junto a un compinche, había entrado a robar en una finca del Camí de s'Olivar mientras otros dos hampones esperaban fuera, vigilando el exterior de la propiedad.
Al jubilado le han golpeado violentamente en el rostro para que les entregara el dinero que guardaba en la caja fuerte, mientras encerraban a su esposa en una de las habitaciones. El propietario pudo zafarse unos segundos de los dos asaltantes, que eran sudamericanos, y cogió una escopeta de caza. Acto seguido, al parecer en defensa propia, disparó a bocajarro contra uno de los ladrones, un colombiano de 26 años. El otro asaltante se dio a la fuga y dejó a su amigo malherido, pero antes de huir se apoderó del arma del anciano. Esta circunstancia disparó todas las alarmas y la Guardia Civil montó un espectacular dispositivo de búsqueda porque era muy inquietante tener a un ladrón huido y armado. Sin embargo, la escopeta se halló poco después cerca del cuerpo del herido crítico.
El anciano fue evacuado hasta un centro hospitalario, para ser atendido de las lesiones que presentaba, y el asaltante fue trasladado hasta el hospital de Son Espases, donde debía ser intervenido de urgencia para tratar de detener la hemorragia que padecía. Sus heridas eran tan graves que poco después falleció.
«Muy afectada»
La alcaldesa de Porreres, Xisca Mora, que se encontraba en esos momentos en una reunión, fue informada de lo ocurrido y se dirigió sin demora hasta la finca, para conocer más detalles del dramático asalto. «Hace tiempo que hay robos en la zona y nosotros lo veníamos denunciando. Pedíamos más guardias civiles y que Madrid fuera consciente de que los que hay aquí no bastan. Además, no puede ser que a los ladrones que detienen se les ponga al día siguiente en la calle», se quejó, visiblemente indignada. El coronel jefe de la Guardia Civil, Jaume Barceló, dada la gravedad del suceso, se desplazó también hasta la finca de Porreres y coordinó in situ todo el operativo de búsqueda de los prófugos.