Los empleados del hotel Mar i Pins de Peguera, propiedad de Alexander Ivanovich Romanov, serán indemnizados por el cierre del establecimiento en el marco de la operación contra la mafia rusa.
Así, los trabajadores recibirán su finiquito y una indemnización por despido improcedente más de diez meses después de la actuación de la Guardia Civil que supuso la detención del dueño.
Tras la operación policial, la empresa propietaria del hotel quedó en las manos de una administradora nombrada por la magistrada que instruye el caso. Ésta acordó en un acto de conciliación con los trabajadores y su representante, el letrado Pablo Alonso de Caso, el pago de las indemnizaciones.
La empresa admite que se despidió de forma improcedente a trece personas que así cobrarán la liquidación de lo que se les debía más la indemnización por la extinción del contrato.
El hotel Mar i Pins fue adquirido por el principal sospechoso de la trama por seis millones de euros.
Los investigadores consideran que esta cantidad se abonó con dinero negro de actividades de la mafia rusa y que la compra formó parte de una operación de blanqueo a gran escala. Además, al potentado eslavo se le imputa amenazar a empleados del hotel y a competidores, además de un posible delito fiscal.