Michael Douglas y su mujer, Catherine Zeta-Jones, son dos habituales del verano mallorquín. La familia tiene establecida en Mallorca su segunda residencia en uno de los pueblos con más encanto de la Isla: Valldemossa. El famoso actor pagó por s'Estaca 3,5 millones de dólares en 1990 y la puso a la venta primero por 60 millones en 2014, luego por 32 en 2019 y, al no encontrar un comprador, decidió finalmente retirarla del mercado. Ahora él y su mujer pasan largas temporadas en la casa que ha sido reformada ampliamente a lo largo de los años.
Una vivienda ubicada en un entorno inigualable, el pueblo de Valldemossa, donde el precio de la vivienda asciende a 4.019 euros el metro cuadrado según datos del portal Idealista del mes de agosto de 2024. Situado en un majestuoso valle rodeado de montañas, es el pueblo más alto de las Islas Baleares, a 437 metros sobre el nivel del mar. Tiene una población de aproximadamente 2.000 habitantes, gracias a lo que consigue mantener su tradicional encanto, rodeado de un paisaje rural inalterado. Desde su puerto hasta sus urbanizaciones residenciales, este municipio es un remanso de paz y un auténtico tesoro cultural, esperando ser descubierto en cada esquina.
Tal es su encanto que es habitual ver a Michael Douglas como un vecino más de la zona. Por ejemplo el verano pasado se sumó a la fiesta que se organizó para homenajear a la 'gent gran' del municipio. El artista no dudó en compartir en Instagram la entrañable celebración, sentado en una gran mesa junto a sus compañeros de generación, todos de Valldemossa. «Estoy celebrando mi ochenta cumpleaños», decía Douglas, mientras la cámara de su móvil mostraba la plaza de la Cartuja con una gran mesa adornada con manteles de roba de llengues.
La rica historia del pueblo, que se remonta a la época islámica, se fusiona con un entorno natural incomparable, donde olivos centenarios y encinares bien conservados dibujan un paisaje digno de ser explorado. Este pintoresco pueblo, reconocido por la UNESCO como parte del patrimonio mundial en la categoría de paisaje cultural, ofrece una rica herencia cultural y patrimonial. Entre sus tesoros destaca la Cartuja de Valldemossa, un monasterio construido en el siglo XIV, que fue residencia de la realeza española y del compositor Frederic Chopin y la escritora George Sand, que encontraron inspiración en su encanto único.
A tan sólo 17 kilómetros de Palma, Valldemossa es el punto de partida ideal para aventureros y amantes de la naturaleza. Desde aquí, se abren las puertas a numerosas rutas de senderismo, como la Ruta de la Pedra en Sec (GR 221), que serpentea a través de la Tramuntana, y el emblemático Camino del Archiduque, diseñado por el Archiduque Lluis Salvador de Austria. Este sendero ofrece vistas espectaculares de cimas como el Teix y el Puig Caragolí, y es un testimonio del amor del archiduque por la naturaleza mallorquina.
CIERTO ES CARO la vivienda en Valldemosa, pero en estos momentos que yo sepa no se ha construido vivienda PISOS; DESDE HACE 25 AÑOS en el casco URBANO. He pasado muy buenos momentos en Valldemosa durante los 25 años que estuve, EL ALCALDE QUE RIGE VALLDEMOSA UN EJEMPLO.