Dos megayates con mucha historia se encuentran en Mallorca. El polémico multimillonario Adnan Kashogi ordenó en 1979 construir el majestuoso yate Kingdom 5-KR, al que puso el nombre de su hija Nabila, eso sí, con letras de oro en el casco. Además de cinco cubiertas, la embarcación contaba con helipuerto, sala de cine y discoteca y en aquella época se llegaron a contratar hasta 50 personas de tripulación para satisfacer las necesidades de los pasajeros.
Otro de los propietarios del actual Kindom 5-KR , antes Nabila, que ayer amarraba en el Club de Mar, fue el sultán de Brunei y después fue el multimillonario Donald Trump quien se encaprichó de este megayate antes de ser presidente. Tras desembolsar 29 millones de dólares por el yate, lo llamó Trump Princess y lo tuvo durante tres años, hasta que fue adquirido por su actual propietario, el príncipe árabe Al-Waleed. Actualmente la embarcación tiene 45 años y su presencia destacó en la película de 007 Nunca digas nunca jamás protagonizada por Sean Connery, como James Bond. También apareció en el álbum musical The Miracle, de la banda de rock Queen.
El otro megayate que fondeaba este miércoles en la Isla es el I Dinasty, propiedad del empresario kazajo Alijan Ibragimov, fallecido en 2021, y que está valorado en más de 200 millones de dólares. Un buque destacable, no solo por sus más de 100 metros de eslora, sino también por sus formas fluidas muy estilizadas, de líneas elípticas, según un proyecto de Vega Yachts. Ayer se encontraba en aguas de Cala Fornells, cerca de las Islas Malgrats, y en su interior se pudo apreciar varios invitados a bordo.