Síguenos F Y T L I T R

Mallorca, una isla de Récord Guinness

Se han registrado desde la fotografía o la butaca más grandes del mundo, pasando por un partido de baloncesto interminable o una colección de llaveros única

JOAN GABRIEL HUGUET, RECORD GUINNESS | ARCHIVO

| Palma |

Ser el mejor del mundo no es tarea fácil. Superar un récord, llegar más lejos que nadie o destacar por alguna cualidad física, o bien por tus habilidades, te puede permitir entrar en un selecto club que tiene en Mallorca a más 'socios' de los que la gente puede imaginar. Salir en el Libro Guinness de los Récords, una de las publicaciones más incónicas del planeta, y lucir el preciado certificado acreditativo es un honor que en varias ocasiones se ha conseguido en la Isla. Y de múltiples, variadas e inesperadas maneras.

Uno de los más recientes récords Guinness con acento mallorquín es el alcanzado por Guillem Ignasi Bauzá, un joven que ha logrado reunir hasta 263 botes del conocido snack 'Pringles' durante los últimos quince años, siendo el segundo en poner en práctica este registro tan singular, que le ha permitido unir su nombre a otros que antes lograron ser los mejores o los que más lejos llegaron en sus respectivas singladuras.

En junio de 2020 y todavía sin abandonar la pandemia, el empresario británico Ben Miles logró pedalear durante más de doce días seguidos sobre una bicicleta estática en Son Amar, dentro del desafío 'The Solution for Pollution', celebrado en Son Amar y que buscaba concienciar de los problemas medioambientales que sufre el planeta. Tras ello, le pidió matrimonio a su pareja.

Ben Miles pide matrimonio a su pareja tras lograr el Récord Guinness en bicicleta estática. Foto: Jaume Morey

Uno de los más recordados tuvo lugar entre el 26 y el 27 de junio de 1993 en las pistas de baloncesto del Pla de Na Tesa. Allí, se jugó el que fue en su momento el partido más largo de todos los tiempos: nada menos que 26 horas, 12 minutos y 41 segundos desde que el balón volara al aire. El Récord Guinness fue superado por apenas 18 minutos. El partido lo ganó el Autoescuela Kalet (azul), con 2.677 puntos, por los 2.516 del SYP (blanco).

Momento del partido disputado en el Pla de Na Tesa en 1993. Foto: Sebastià Amengual

Corría mayo de 2018 y más de 900 personas, ayudados por cerca de medio millar de instructores batieron un nuevo Récord Guinness de reanimación cardiopulmonar en el Palma Arena. Con el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía sobre la cardioprotección en espacios públicos, cientos de personas procedentes de todos los municipios de Mallorca acudieron para unirse al reto y aprender la maniobra con maniquíes para completar así el mayor reto de esta técnica de supervivencia a nivel internacional.

Emblemático por el marco y su contenido, el Guinness certificado por el fotógrafo 'felanitxer' Biel Bennàssar Roig, propietario de Fotografía Bennassar, en el escenario del pabellón de Baleares en la Exposición Universal de 1992, en Sevilla, queda para los anales. Allí instaló la fotografía analógica más grande del mundo, de 400 metros cuadrados (416'5) y que buscaba mostrar el cielo de las Islas. Una obra que maravilló a los presentes, entre ellos el por entonces rey Juan Carlos I. Bajo el título Niguls, gavines i cel clar, Bennàssar dio forma a un montaje sobre cristales laminados que le permitió recibir el certificado e inscribir su nombre en el libro.

El fotógrafo Biel Bennàssar Roig, con su diploma acreditativo. Foto: F.F.

El más 'reincidente' es Joan Gabriel Huguet, un 'llucmajorer' que posee varios de esos récords en su palmarés particular: el de la 'espardenya' más grande del mundo, el balancín de mayor tamaño y una butaca gigante de 3'5 metros de alto y 2'40 de ancho. Esta última fue su primera marca de referencia, lograda en 1992.

Joan Gabriel Huguet, ante una de sus creaciones de Guinness.

El dibujante 'Bibi' es otro de los protagonistas de esta historia. Logró a finales de la década de los 90 dar forma a la mayor composición de caricaturas del mundo, por espacio de 67 horas, para plasmar 142 metros de largo y 1'4 de alto que daban cabida a 1.380 personas caricaturizadas por el popular artista mallorquín. Por aquel entonces, Bonet de Ses Pipes hizo fumar a un millar de personas de la misma pipa, poniendo su grano de arena a esta historia de registros.

Pero si algo es mallorquín es la ensaimada. Uno de los emblemas de la Isla no se ha podido escapar de la vorágine por entrar en el Libro Guinness. El Forn de Santo Cristo logró acceder con una pieza de poco más de cuatro metros de diámetro que, años después, fue superada en Argentina. Pero el Dijous Bo de Inca en 2008 sirvió para devolver la plusmarca a casa, con una ensaimada de 12 metros de diámetro que elevó el listón hasta cotas insospechables tiempo atrás.

Sin dejar la alimentación, el pasado verano Llorenç Soler Adrover, natural de Cas Concos (Felanitx), presentó en el prestigioso concurso de Villanueva de la Serena (Badajoz) un melón descomunal: nada menos que de 31'6 kilos y de la variedad 'forastera' que le permitió pulverizar los registros en esta categoría.

Miquel Capó, en el centro, tras completar su récord de correr en cinta. Foto: José A. Gámez

En una vertiente solidaria, el Palau d'Esports de Son Moix acogió en 2007 un reto solidario de manos de Projecte Home, que reunió a 3.168 voluntarios que se lanzaron a la piscina para decir 'No a la droga'. De la misma manera que el popular atleta Miquel Capó llenó el polideportivo de Sa Pobla para dar forma a un récord de 24 horas (23 horas y 55 minutos) en cinta de correr, para totalizar 247'5 kilómetros con el fin de ayudar a quienes luchan contra o sufren esclerosis múltiple, acompañado por Toni Contestí.

Joan Oliver y Toni Nadal, durante su récord de partidas rápidas. Foto: M.A. Borràs

Sin dejar de lado el deporte, los ajedrecistas mallorquines Joan Oliver y Toni Nadal establecieron en el año 2016 el récord de horas seguidas jugando partidas Blitz (rápidas). Lo hicieron en un hotel de la Platja de Palma, dejándolo nada menos que en 44 horas y 21 minutos, colaborando además con una causa solidaria.

No deja de ser singular el hito alcanzado años atrás por Josep Andreu Amorós, un vecino de la localidad de Consell que llegó a reunir en un principio nada menos que 47.200 llaveros. Una colección que en 2012 le permitió hacerse con el certificado del Récord Guinness en su categoría, aunque la cifra no ha parado de crecer.

El menorquín Joan Riudavets, el hombre más longevo del mundo en su día, con 114 años.

Per hay que viajar hasta Mallorca para encontrar el Récord Guinness más emblemático de todos los alcanzados en Baleares. Lo firmó el recordado Joan Riudavets Moll, un vecino de Es Migjorn falleció el 5 de marzo de 2004, tras 114 intensos años de vida que merecieron el reconocimiento que le colocó durante un tiempo como el hombre más viejo del mundo.

Relacionado
Lo más visto