El restaurante Mirador Na Foradada recibió, el pasado sábado por la tarde, la visita de la reina emérita, doña Sofía, acompañada de su hermana, la princesa Irene de Grecia; y su prima, la princesa Tatiana Ratziwill, con su marido, el cardiólogo francés Jean Henry Fruchaud.
Los cuatro ilustres clientes decidieron ver la puesta de sol, ajenos a las miradas y decenas de turistas que en esos momentos llegaban al lugar, sin percatarse de la presencia de la madre del rey Felipe VI. Doña Sofía, mientras apreciaba el paisaje, degustó un gazpacho.
No fue hasta que finalizó la puesta de sol, y una vez que la comitiva se retiraba a los vehículos, cuando la gente se dio cuenta de que estaba la reina emérita. Desde que los reyes finalizaron su estancia en Marivent, hace unos días, la reina Sofía ha visitado los Jardines de Alfabia, la marina de Puerto Portals y el centro de Palma, de manera discreta y sin ser fotografiada.