No es fácil comer en el Txoko de Martin, al menos por ahora. La última aventura gastronómica de Berasategui, visible en el emblemático barrio de Santa Catalina de Palma, está resultando especialmente exitosa. La lista de espera para una mesa en el local alcanza los 30 días, un detalle que revela el fervor que ha desatado en Mallorca la cocina del laureado chef vasco, que acumula 12 estrellas Michelin.
Es indiscutible que la marca Berasategui es un reclamo único para explicar el fenómeno del Txoko, pero también los precios. «Es evidente que después de todo lo que hemos vivido, la gente tenía ganas de salir y disfrutar. Y en nuestro caso en concreto, creo que la fórmula del éxito ha sido unir la cocina de un chef de renombre mundial con precios muy económicos, al alcance de casi todos», explica Rafael de Siria, responsable de comunicación del local.
En un momento especialmente delicado para la restauración, la acogida del Txoko de Martin exponencia su boom. El local tiene un capacidad para 200 comensales, aunque las restricciones han obligado a reducir su aforo. «Están entrando muchas peticiones para julio y agosto y nuestra lista de espera es de unos 30 días», relata De Siria, que añade que la dirección del restaurante está haciendo todo tipo de esfuerzos para atender las demandas.
La respuesta del público mallorquín no ha pasado desapercibida para Martín Berasategui. «Evidentemente, está encantado y feliz con esta acogida. Aquí tiene grandes amigos, lo que convierte este éxito en algo muy especial», remarca en el local.
El establecimiento presenta componentes de madera, cuadros, vidrieras y motivos vascos fusionados con un estilo actual. Su amplia terraza frente a la Plaça del Pont tampoco decepciona.