El alcalde de Roger Lars, una pequeña localidad de la Bretaña francesa, se ha visto obligado a cerrar una playa durante varios días por el extraño comportamiento de un delfín.
El cetáceo, al que han bautizado como Zafar, tiene una «desafortunada tendencia a rozarse contra todos los flotadores, botes y bañistas», tal y como informa el diario Le Telégrame. El medio añade que «el delfín se interpone entre el bañista y la costa, a menudo con su pene rosado de unos 20 centímetros erguido».
Como consecuencia, el pasado mes de julio una bañista tuvo que ser rescatada con un bote salvavidas, ya que el delfín no le permitía llegar a la orilla.