La Dirección General de Tráfico (DGT), a través de la Jefatura Provincial en Baleares, ha iniciado la instalación de un total de siete cámaras de control de la circulación en el tramo que comprende la ascensión al Puig Major desde Sóller, entre los kilómetros 37 y 51 de la carretera de la Serra de Tramuntana, la Ma-10, una vía que soporta un gran volumen de circulación, además de ser conflictiva por la presencia de carreras ilegales y vehículos de dos y cuatro ruedas.
Estas cámaras medirán la velocidad y el número de vehículos que transiten por ese tramo de la carretera de la Serra, aunque no incorporan lector de matrículas y sonómetro o detector de ruidos, algo que sí tendrán las que se sumarán dentro de un tiempo y que tiene previsto instalar también en la Ma-10 el Consell de Mallorca, a través del Departament de Carreteres.
Unos dispositivos cuya adquisición se encuentra en la fase de licitación y que permitirán disponer de una información que se compartirá con la DGT, con el fin de incrementar el control y la seguridad en una vía marcada por la polémica. Por ahora, la instalación de la base de lo que serán las cámaras de la DGT es la única señal de esta iniciativa, dejándose ver en algunos puntos estratégicos como el túnel de Monnàber o las proximidades del Mirador de ses Barques.