La Fundación del Instituto de Astronomía y Astronáutica de Mallorca (FIAAM) y los inversores que han comprado el Observatori Astronòmic de Mallorca ya han visitado el Ajuntament de Costitx para explicar su proyecto para reflotar estas instalaciones, que entró en concurso de acreedores en 2016 ante las deudas que acarreaban sus gestores, la Asociación Observatorio Astronómico de Mallorca.
Pese al hermetismo que se mantiene en torno al proyecto, el presidente de la FIAAM, Salvador Sánchez, confirmó que este lunes mantuvo una reunión con el alcalde de Costitx, Antoni Salas, para presentarle a los inversores que han comprado el observatorio astronómico y que quieren llevar a cabo el proyecto de astroturismo que impulsa esta fundación, previa reforma y actualización de las instalaciones. «La función del observatorio será la de siempre, las ciencias del espacio, astronomía y astronáutica; queremos que el Planetario sea un centro de referencia y divulgación científica en torno al universo».
Sánchez asimismo no ha querido revelar el montante de la operación de compra de las instalaciones, que algunas fuentes han situado en 85.000 euros por los edificios (planetario, cúpulas y astroparque exterior) y otros 80.000 euros por el continente, es decir, los equipos tecnológicos y otros enseres. En 2017 todo el conjunto se sacó a la venta por 1,7 millones, pero no tuvo ofertas. Hace unos años un empresario alquiló las instalaciones pero poco después desistió. El complejo, construido en zona rústica hace unos 26 años, tiene concedido el interés social.
El apunte
Salas lamenta la falta de ayuda del Consell y Vox pide transparencia
El alcalde de Costitx, Antoni Salas, ha respetado la confidencialidad sobre la operación del OAM, si bien admite que «como alcalde me alegro porque les veo muy ilusionados; pero como conseller insular lamento que durante muchos años el Consell no ha hecho nada por el OAM, ni las anteriores legislaturas ni ésta». Este lunes el conseller de Vox David Gil alertó sobre «la desvalorización en la compra del OAM, que plantea dudas sobre la transparencia del acuerdo».