La figura de Joan Pons Alomar ha regresado a Lloseta, a la misma calle des Pou Nou donde formó una familia al casarse con la llosetina Jerònia Ramon Ramon y donde trabajó como secretario del juzgado de paz del Ayuntamiento, labor que también había realizado en Maria de la Salut y posteriormente continuó en Selva. Una historia que se truncó el 18 de agosto de 1936 al ser detenido por sus ideales progresistas en el contexto de la represión franquista, para luego ser asesinado el 22 de julio de 1938 en Porreres por falangistas.
Así consta en la piedra de la memoria que este viernes ha colocado frente a la entrada del Ajuntament de Lloseta su nieto Joan. Ante él, emocionados estaban sus padres, sobre todo Llorenç Pons, hijo del represaliado, quien a sus 90 años mantiene la esperanza de encontrar los restos de su padre, una de tantas víctimas del franquismo que todavía no han sido identificadas en la excavaciones de las fosas de Mallorca.
El acto, presentado por el concejal de Cultura, Javier González, estaba presidido por uno de los pocos retratos que existen de Joan Pons Alomar, quien su nieta, la historiadora y profesora de la Universidad de Sevilla Jerònia Pons, describió en un homenaje anterior celebrado en Lloseta como «un hombre de letras que defendía los ideales de la II República, de democracia y prosperidad social».
Con un silencio interrumpido solo por las notas que tocaba el guitarrista Javi Cuenca, Llorenç Pons ha contemplado cómo su propio hijo Joan instalaba esta piedra de metal en la acera justo en el portal del Ajuntament de Lloseta, un escenario que se ha escogido «porque aquí es donde vivió y aquí trabajó Joan Pons Alomar y hoy le hacemos justicia», señaló la alcaldesa de Lloseta, Angelina Pérez. Poco a poco, tanto el retrato como la piedra instalada en el suelo se fueron llenando de ramos de flores depositados por la familia y por distintos partidos de Lloseta, además de claveles blancos que dejaban los vecinos que se habían congregado. En el aire sonaban los versos de un poema que han dedicado escritores locales a su historia, pronunciado por Miquel Jaume.
La presidenta de Memòria de Mallorca, Maria Antònia Oliver, ha reclamado en su discurso que el Govern de las Illes Balars acelere la tramitación de las 150 piedras de la memoria que se acordó solicitar al proyecto Stolpersteine en el seno de la comisión de Memoria Histórica «porque algunas de las víctimas aún tienen familiares vivos y es muy importante para ellos este reconocimiento internacional como víctimas». El director general de Coordinación y Transparencia del Govern, Jaume Porsell, estuvo presente en el acto y conversó con la familia, pero no se dirigió al público.