Cuando se cumple el primer aniversario del paso de la borrasca Juliette por Mallorca, la Conselleria d'Agricultura i Medi Natural ya ha restaurado 117,7 hectáreas forestales. Sin embargo, el equivalente a casi 1,2 millones de metros cuadrados de montaña, solo representa un 0,84 por ciento de las 14.167 hectáreas forestales que se vieron afectadas por la tormenta de viento y nieve que arrasó 1,4 millones de árboles el 28 de febrero de 2023 y en los días sucesivos. La dificultad para acceder a los terrenos más abruptos impide avanzar a mayor ritmo y ha obligado a los técnicos y brigadas a actuar en puntos clave y descartar los más inaccesibles.
El conseller Joan Simonet, acompañado por la directora general de Medi Natural i Gestió Forestal, Anna Torres; el gerente de IBANAT, Tomeu Llabrés, y el jefe del Servei de Gestió Forestal del Govern, Joan Santana, han vistado este lunes la Comuna de Bunyola, donde aún continúan las labores de retirada de ramas y árboles caídos, para hacer balance de la situación en el primer aniversario de Juliette. Al ser tan extensos y accidentados geográficamente los terrenos afectados, las brigadas de IBANAT y de Tragsa han centrado sus esfuerzos en los puntos que permitirán prevenir o actuar con mayor eficacia ante incendios forestales.
De hecho, debido a la falta de lluvias hasta estos últimos días y el exceso ramas y troncos acumulados en los bosques, Simonet no descarta que la campaña de prohibición de hacer fuego en zonas forestales se adelante un mes, al 1 de abril, cuando habitualmente esta prohibició comienza el 1 de mayo. Asimismo, Llabrés señala que el IBANAT prevé alargar los contratos del personal extra que habitualmente se contrata para la campaña anti incendios, de modo que se puedan dedicar más efectivos a la limpieza forestal con este objetivo.
Algunos de los lugares donde se trabaja sin descanso desde hace un año son las comunas, áreas recreativas, márgenes de carreteras y las fincas públicas de Mallorca. La mayor parte de las actuaciones se han realizado en municipios de la Serra de Tramuntana: Escorca (54,65 ha), Selva (30,7 h), Fornalutx (8,83 ha), Bunyola (8,71 ha) y Mancor de la Vall (4,85 ha) pero también en Felanitx (7,91 ha) y Manacor (2 ha).
«Ya que no se puede actuar en toda la superficie dañada, el objetivo es continuar fragmentando la zona forestal afectada para dificultar la propagación del fuego en caso de incnedio y, a la vez, facilitar la actuación del operativo de extinción», ha señalado Simonet. Los trabajos que se realizan son básicamente la retirada de troncos y ramas dañadas, con el objetivo de reducir la carga de leña seca en el bosque y alejar la que se queda de la vegetación que ha sobrevivido a la borrasca.
El gerente del Ibanat, por su parte, ha señalado que se han triturado grandes cantidadse de ramas caídas retiradas de las carreteras en los primeros días del temporal en Mallorca. «También se han realizado tareas de sanidad vegetal con la instalación de trampas para evitar que los insectos perforadores de los pinos se propaguen», añade Tomeu Llabrés.
Por su parte, el jefe del Servei de Gestió Forestal del Govern, Joan Santana, ha añadido que se ha encargado a Tragsa un plan de reforestación por valor de 1,2 millones de euros, que se ejecutará hasta el mes de abril de 2025, previsiblemente.
Más ayudas
La restauración forestal durante este año desde que la borrasca Juliette azotó Mallorca también se ha extendido a fincas privadas catalogadas como de alto riesgo en el IV Pla general de Defensa contra incendios de las Illes Balears. En este sentido, Simonet ha anunciado que el FOGAIBA ha abierto una línea de ayudas para reparar los daños producidos por la borrasca a cultivos e infraestructuras agrícolas, dotado con 4,6 millones. Esta línea está destinada al sector forestal, el cujltivo de la patata, el olivar, el algarrobo, y a la restauración de intraestructuras agrícolas y ganaderas para el sector ovino y caprino. El plazo para solicitarlas finalizó en diciembre y se han recibido 145 solicitudes.
Simonet ha anunciado en la Comuna de Bunyola que este año se añadirán las ayudas PIFO, que no se habían convocado desde 2019, con una dotación de unos dos millones. Estas subvenciones están destinadas a la limpieza forestal de fincas enfocada a la prevención de incendios, lo cual permitiría actuar sobre otras 260 hectáreas de terrenos de propiedad privada que quedaron muy afectados por la borrasca Juliette, cuyos efectos sobre la superficie forestal de Mallorca serán difíciles de borrar.