La falta de precipitaciones de los últimos meses no solo hacen mella en el campo. La preocupación comienza a extenderse en determinados municipios de la Serra de Tramuntana y el Migjorn donde la falta de lluvias podría provocar escasez de agua en acuíferos y fuentes.
El Ajuntament de Valldemossa ya ha activado su plan de contingencia y a través de sus redes sociales ha difundido un cartel alertando a la población que la falta de lluvias obliga a tener cuidado con el uso del agua, por lo que piden a sus ciudadanos hacer un «uso responsable y sostenible». Dentro de las medidas dictadas recuerda que el agua de la red solo puede utilizarse para usos domésticos y queda prohibido llenar las piscinas o regar el césped, así como usos similares.
No es la primera vez el Ajuntament de Valldemossa toma esta decisión como medida para reservar los recursos hídricos de los que dispone el municipio, hace ocho años ya aplicó una medida similar. La diferencia radica en que en 2016 dictó la medida el mes de junio, y este año lo hace ya a principios de febrero. El alcalde de la localidad, Nadal Torres, señaló ayer que el año pasado se registraron precipitaciones con nieve, lo que «salvó el verano», mientras que este año «la situación es diferente».
Torres recalca que «nunca han tenido que fijar restricciones ni cortes de agua» por lo que se trabaja en la prevención para «evitar este tipo de situaciones», señala y se ‘castiga' a los grandes consumidores con un precio superior en el recibo del agua.
Pero Valldemossa no es el único municipio de la Serra de Tramuntana que mira los contadores de agua con preocupación. El alcalde de Estellencs, Bernat Isern, también aseguraba ayer que la situación puede ser preocupante si se continúan sin precipitaciones. «No descartamos que dentro de algunas semanas debamos de tomar medidas más restrictivas como las dictadas el año pasado», asegura.
Si bien los recursos hídricos en el municipio están asegurados de momento, la preocupación llega en Estellencs cuando se inicia la temporada turística, ya que la localidad llega a triplicar la población.
«Debemos estar preparados y la fuente con la que se abastece el municipio empieza a escasear», recordaba ayer el alcalde, Bernat Isern. Estellencs consume cada día unos 160.000 litros de agua y el alcalde no descarta tener que limitar el número de litros por habitante si no se toman medidas y hay una concienciación general de la población.