La nueva rotonda de Palmanyola sigue siendo foco de debate entre los habitantes de la zona y conductores que transitan habitualmente por la carretera de Sóller. Tras la información publicada por Última Hora en referencia a la peligrosidad del paso en sentido Bunyola, varios vecinos han contactado con esta redacción para hacer patente su preocupación por el «exceso de velocidad constante» de los vehículos que se dirigen en dirección hacia Sóller. «La mayoría no respeta el límite de 40 kilómetros por hora», lamentan.
Y ponen como ejemplo de diseño y trazado la rotonda de Raixa, ubicada apenas un par de kilómetros después. A la vez que se muestran molestos por las diferencias entre el proyecto que se les presentó y la resolución final del mismo, que ha dejado un tramo prácticamente recto para seguir hacia Sóller. Los objetivos de esa rotonda eran reducir el impacto sonoro del tráfico rodado, regular la circulación en un tramo con elevado tránsito, especialmente el acceso a Palmanyola, además de dotar a la vía principal de un paso de peatones para acceder a las paradas de autobús. «Y esto último es lo único que se ha conseguido», refieren los vecinos, que a la vez remarcan que en sentido hacia Palma «es perfecta y cumple con su misión».
En la presentación pública realizada a los vecinos, recuerdan que el trazado era diferente al actual, no ofreciendo ese tramo recto tan peligroso en sentido Sóller para el que reclaman una solución. «A lo mejor se puede abombar la rotonda en la cara que da a Son Amar», se propone. De momento, esperan que no haya que lamentar accidentes para tomar una solución ante una infraestructura reclamada y necesaria, pero que deja una laguna en su diseño y ejecución.