Era una reivindicación histórica de los vecinos de Palmanyola y el núcleo de Son Amar y ya tiene forma definitiva. A falta de los últimos retoques, la esperada y necesaria rotonda de acceso a Palmanyola desde la carretera de Sóller luce ya su perfil final, después de los trabajos de asfaltado que se han llevado a término a lo largo de los últimos días. El coste de la infraestructura se ha elevado a 230.000 euros y ha corrido a cargo del Consell de Mallorca, aunque los plazos fijados de inicio no se han cumplido, pues estaba previsto que los trabajos se iniciaran en enero y acabaran durante el pasado mes de marzo.
La nueva rotonda, ya ubicada dentro del término municipal de Bunyola, reducirá el riesgo de accidentes de tráfico y atropellos que llevaba consigo el anterior desvío, además de no ofrecer una alternativa de paso a los vecinos de Son Amar. De la misma manera, se ha desplazado levemente hacia Palmanyola la infraestructura, adosándose a las mejoras realizadas en el acceso a la población en ese área.
La infraestructura cuenta con dos carriles de acceso por sentido, bandas sonoras para reducir la velocidad y la posibilidad de accidentes, además de pasos de peatones y la instalación de paradas de autobús con marquesinas, acabando de esta manera con un punto conflictivo dentro de la red viaria mallorquina, y especialmente en un punto de alto volumen de circulación como es el acceso a Palmanyola desde la carretera de Sóller, que añade de esta manera una nueva rotonda a la recientemente inaugurada en el cruce de Raixa.