La borrasca que ha descargado este viernes sobre Mallorca ha cambiado el tiempo de forma repentina. Además de dejar a su paso lluvias y granizo, también ha creado cuatro espectaculares mangas marinas en Santanyí, que muchos se han animado a fotografiar. El fenómeno se ha formado de la misma manera en que ha llegado la tormenta: en cuestión de cinco minutos.
Se trata de un remolino de viento en forma de embudo, que conecta las nubes con el mar. Al contrario de lo que se cree, el aire no alza el agua del mar, sino que el agua que se percibe desde lejos son pequeñas gotas que se forman por el proceso de condensación. Aunque raramente exceden de la F0 en la escala Fujita (es decir, sus vientos no traspasan los 116km/H), sí representan un grave riesgo para la navegación marítima.
El Servicio de Emergencias 112 ha pedido este viernes «mucha precaución» y seguir los consejos de prevención ante las previsiones de tormentas en todo Baleares. La Dirección General de Emergencias e Interior (DGEI) ha decretado el Índice de Gravedad 1 (IG-1) del plan especial para hacer frente al riesgo de fenómenos meteorológicos adversos (Meteobal).