Cientos de botellas de plástico, cristal y envases se acumulan desde hace años en una finca cercana a la cantera de Can Alou, en Felanitx. Así lo asegura la organización ecologista Greenpeace que ha denunciado la existencia de este vertedero ilegal en su informe sobre el retroceso en la lucha contra el plástico de un solo uso debido a la COVID-19. Bajo el título Ecoembes miente: desmontando los engaños de la gestión de residuos de envases domésticos, la organización denuncia que prácticamente el 40 % de los envases que entraron en la planta de selección de Son Reus terminaron quemados. Otros, en cambio, restan en un ‘limbo' y aparecen luego en parajes naturales como el de Felanitx.
«No sabemos quien empezó este vertido ilegal pero es una aberración», aseguraba ayer Julio Barea, responsable de la campaña de residuos de Greenpeace. También Javier Soto, voluntario de la organización ecologista, recuerda la importancia de concienciar a la ciudadanía del precio que tienen las materias primas y la importancia de tener un sistema de gestión de residuos integral.
Por su parte, desde el Ajuntament de Felanitx, confirmaron la existencia de este vertedero y aseguraron que está desde hace años. «Al conocer la noticia la policía ha realizado unos informes, de momento sabemos que es una zona extensa y ahora estudiaremos como podemos ‘rehacer' este desastre», explicó el alcalde Jaume Monserrat. También Medi Ambient ha iniciado una investigación tras la denuncia.