Han tenido que pasar casi nueve meses para conocerse que la finca Can Poleta, del expresidente del Banesto Mario Conde, ha sido vendida por 4,2 millones de euros a un inversor que podría tener residencia en Suiza.
La venta de esta propiedad pollencina se produjo el pasado 8 de agosto. La puja más alta, la única que se presentó, ascendió a 4,2 millones. La operación se cerró en un tiempo récord, ya que la venta pública de esta propiedad se inició el 22 de julio.
La empresa Pollentia Mallorca Properties fue la encargada de canalizar las visitas. En su página web se indicaba que el motivo de la operación era el embargo en garantía de responsabilidad pecuniaria del propietario del inmueble, la sociedad anónima luxemburguesa GI Beteiligung. La única oferta que se presentó llegó por vía electrónica.
Can Poleta fue el refugio de la mujer de Mario Conde, Lourdes Arroyo, de ahí que el exbanquero hizo todo lo posible para que no se procediera a su venta. La Audiencia Nacional sentenció en 2002 que el banquero cometió un delito de alzamiento de bienes para evitar el pago de las deudas, pero el embargo judicial de la finca no se produjo hasta 2012 por decisión del juez Pedraz, que calificó de ficticia la venta de Can Poleta a GI Beteiligung, ya que detrás de la misma estaba el exbanquero.