Felipe Colón de Carvajal es un emprendedor y empresario, abogado y licenciado en comercio exterior. Pero además es uno de los descendientes del descubridor de América, Cristóbal Colón. De momento, Colón de Carvajal es el único de la familia que defiende sin tapujos la teoría de la mallorquinidad del almirante difundida por el investigador Gabriel Verd.
«No entiendo como no hay un grupo de presión, o lobby, entre los hoteleros de Mallorca para apoyar esta tesis y que en todo el mundo se hable de Mallorca», señala Colón de Carvajal que estos días ha visitado el museo de Son Colom en Felanitx.
«Hacen promociones y no pueden gastar 10.000 euros en potenciar la tesis de Verd. A nivel institucional lo mínimo que puedo pedir es un reconocimiento para Gabriel», apunta. «No se trata de un historiador al uso, investiga por su cuenta con muy pocos recursos. Y, sin embargo, el argumento de la mallorquinidad está muy bien montado y en la familia es una teoría con mucho predicamento», añade el empresario quien recuerda que «a teoría italiana no tiene sentido, no concuerdan las fechas». «No tiene sentido que el hijo de un comerciante de lanas sea recibido, sin más, en la corte. Seria imposible que un extranjero negociara de tu a tu con la corona». Colón de Carvajal añade que «los italianos han sabido vender la cultura, la imagen, han visto el potencial del negocio de Colón desde hace 100 años, y eso que no se sostiene, pero vas a Génova y hay un museo y aquí, en España, parece que nos avergüenza».
Reclama además más notoriedad para el museo ubicado en Felanitx y señala que «apoyar a Verd, con un museo digno en Felanitx, tendría una repercusión mundial de manera inmediata. Tendríamos un turismo cultural que genera riqueza». Confía que este año se tengan definitivamente las pruebas de ADN y puedan confirmar la teoría de Verd.
Aunque poca gente lo conozca, existe el Libro de las Profecías escrito por el mismo Cristóbal Colón entre los años 1502 y 1504. Lo escribió mientras se encontraba a la espera de realizar su cuarto viaje a América y lo terminó tras finalizar el mismo. El manuscrito original se conserva en la Biblioteca Capitular y Colombina de la catedral de Sevilla. Colón de Carvajal pone este documento como ejemplo del poco interés existente en España. «Si Colón fuese americano ya se habrían realizado siete u ocho películas sobre lo que se cuenta en el libro», sentencia.