La mayoría absoluta del PP hizo posible este jueves la aprobación del plan especial de la Ruta de Pedra en Sec de la Serra de Tramuntana con la oposición de la izquierda (PSIB y Més), que acusaron al PP de «tener muchas prisas».
En el aire quedan los convenios que deberá llevar a cabo la institución insular con una docena de grandes propietarios de fincas, uno a uno, para poder conseguir el uso público de estos caminos tradicionales. Es el caso, por ejemplo, de los accesos a Raixa, donde un kilómetro de la antigua ruta por la que se transportaba en ganado a Palma desde tiempos inmemoriales desde Sóller, está ahora cerrada por un propietario particular. Hay más de una decena de casos parecidos en toda la Serra de Tramuntana. En total, la Ruta abarca 310 kilómetros.
Al pleno asistieron, entre el público, los representantes de la asociación de vecinos de Palmanyola Floria Perelló y Luis Martínez. Este núcleo reclama el uso público del camino de Raixa.
El pleno tuvo momentos de tensión. Tanto el portavoz del PSIB, Jaume Colom, como el de Més, Joan Font, exigieron la retirada del proyecto «porque se ha realizado sin las debidas garantías y con prisas exageradas. Destacaron que se convocó dos veces la Comisión Provincial de Urbanismo por espacio de dos horas para completar la documentación e insistieron en la oposición del Colegio de Arquitectos y en la abstención de dos técnicos de la institución. Colom apuntó que «se benefician propietarios privados». La respuesta de la consellera de Medi Ambient, Catalina Soler, fue contundente. Afirmó que a la oposición «le sale la rabia por las orejas porque hemos sido capaces de aprobar este plan especial después de cuatro años de intenso trabajo. Cuando ustedes gobernaban no fueron capaces de hacerlo. Sólo pensaban en expropiaciones».