La plaza de la Porta Murada será objeto de una ambiciosa remodelación. La actuación se concibe como una nueva fase del proyecto de peatonalización y embellecimiento del centro de la Vila. Así, se dará prioridad a los peatones y se solucionarán problemas de aparcamiento y de tráfico.
El Ajuntament de Santanyí invertirá en esta intervención unos 200.000 euros. Esta plaza es la entrada principal al casco histórico y la torre de la Porta Murada fue construida en 1571 para evitar ataques turcos. A día de hoy es el último gran resto de la antigua muralla.
El proyecto contempla la ampliación de las actuales aceras en la confluencia de las calles de Palma y Bisbe Verger. Se crearán dos placetas, una frente a Can Parra y otra ante la entidad bancaria. Éstas contarán con árboles, bancos, farolas y vados peatonales. Se mejorará la seguridad y la accesibilidad sin barreras arquitectónicas.
En la zona de Can Parra se habilitará un espacio reservado para aparcamiento de minusválidos, policía y taxis, además de una gran palmera en el centro. En la otra parte de la plaza se ubicarán plazas de aparcamiento, así como de carga y descarga para camiones para facilitar el traslado de mercancías a la parte peatonal.
Tal y como se destaca en el proyecto, la intervención pretende resaltar la Porta Murada sin afectar la funcionalidad del espacio y corregir el tráfico hacia una menor velocidad.
Prolongación
El alcalde Llorenç Galmés destacó que esta actuación será posible «gracias a la buena situación económica del Ajuntament, donde no gastamos más de lo que tenemos por el control que llevamos a cabo».
Las obras, que se iniciarán previsiblemente en noviembre, durarán unos cuatro meses. Así, esta zona de la Porta Murada se sumará a las reformas de embellecimiento ya efectuadas durante los últimos años en las plazas Major y Constitució y la peatonalización de las calles Guardia Civil y Centre como grandes espacios de convivencia y reclamo turístico.