En un Ajuntament de Santanyí vestido con las mejores galas y con un despliegue de pantalla y refresco para los asistentes, el joven (29 años) Llorenç Galmés se convirtió en el nuevo alcalde de la localidad con los 10 votos favorables de los regidores del PP, entre ellos el de su antecesor y alcalde durante los últimos 14 años Miquel Vidal, y la abstención de ERC y CxI, y el voto contrario del PSOE.
Galmés en su discurso de investidura apeló a las raíces ya que «es difícil gobernar un pueblo si no tienes raíces en él», a la a la vez que «como santanyiner defenderé la cultura, los valores patrimoniales de esta tierra y la lengua que nos define como pueblo», todo ello en un correcto catalán y citando a Blai Bonet y a Miquel Martí i Pol. «Ilusión, esfuerzo, honestidad, entusiasmo» y «dedicación y compromiso para trabajar en el día a día» son sus ingredientes para satisfacer a sus vecinos, señaló. También agradeció el legado y las enseñanzas que le deja Vidal y se definió como un alcalde «cercano, sencillo y valiente».
Por su parte los grupos de la oposición no tuvieron voz en el pleno y el PSOE fue el único que manifestó su rechazo a la elección de Galmés como nuevo alcalde, así el portavoz del PSOE, Juli Fuster calificó de «fraude electoral» el cambio ya que «responde más a intereses personales y de partido que no a la decisión de los santanyiners ». El regidor de ERC, Jaume Amengual manifestó que «ahora tendremos un alcalde que lo quiere ser».
Invitados
El cambio de alcalde se convirtió en un gran acto social para el PP local, y para ello contaron con la presencia de los representantes autónomicos e insulares más destacados, encabezados por José Ramón Bauzá, Antonio Gómez, Margalida Durán, Biel Company o Jeroni Salom, entre otros. Estos ocuparon las primeras sillas de la repleta sala de plenos.
El resto de ciudadanos que se acercaron al edificio consistorial pudieron seguir el pleno a través de una pantalla instalada en la planta baja.