El Ajuntament de Palma lleva desde septiembre sin pagar el alquiler de la Biblioteca Municipal de Génova y el propietario del local quiere rescindir el contrato. Un problema burocrático es la causa de que Cort no haya ingresado ningún pago por el arrendamiento, y la empresa propietaria ya ha solicitado formalmente que el inmueble sea desalojado este mismo verano (como fecha límite, el 31 de agosto). El Ajuntament, en cambio, espera poder llegar a un acuerdo.
«No queremos que Génova se quede sin biblioteca, pero llega un momento que ya no se puede aguantar más», expone un representante de la propiedad, una comunidad de bienes familiar. Los problemas empezaron el año pasado, cuando se renovó el contrato. La renta que paga Cort por estas instalaciones lleva congelada en 879 euros mensuales desde el año 2011, por lo que en 2024 la empresa solicitó actualizar el precio.
Se llegó a un acuerdo que incrementaba el importe en sólo un 3,7 %, muy inferior a lo que el propietario reclamaba, pero igualmente se conformó con la propuesta municipal e hizo las facturas conforme a sus instrucciones. La sorpresa vino cuando más tarde el propio Ajuntament resolvió internamente que no podía pagar ese precio porque el aumento superaba el IPC anual. El resultado ha sido casi un año de correos y llamadas entre la empresa y la administración.
«Esto tiene que tener un límite, que es el dinero que queda en el banco», lamentan en la empresa. No cuestionan las explicaciones jurídicas que les ha hecho llegar el Ajuntament, pero están cansados de este calvario administrativo. Por ello, a finales de abril presentaron un escrito dando un plazo de tres meses para hacer el traslado y entregar las llaves.
Además de los pagos de algunas tasas que ya han pasado por el pleno, la Junta de Govern ha aprobado una resolución para abonar casi 13.000 euros por toda la anualidad, pero aunque se ingrese a tiempo los propietarios están decididos a no continuar: «No queremos estar otro año detrás de todo el mundo».
Desde el Ajuntament reconocen el problema pero confían en poder reconducir la situación para mantener la biblioteca en su ubicación actual. Aseguran que se han hecho esfuerzos para intentar agilizar los trámites. «La prioridad es mantener la biblioteca abierta», señalan desde el departamento de Cultura. Cabe recordar que el futuro casal de barri incluirá una biblioteca, pero no se prevé que las obras estén listas antes de mediados de 2026.
Esto no es sino una prueba más de lo que para está VERGÜENZA de Ajuntament lo que aprecia el que pueda haber un lugar donde la gente (ciutadans) puedan acudir para leer, la lectura "desburra" y contribuye a la formación de la persona