El pasado 23 de mayo, Marta Sastre sufrió una agresión en Plaza de España, sobre las 14 horas. A joven transexual vio como un grupo de jóvenes empezaron a insultarla y a agredirla cuando se disponía a entrar en un establecimiento para comer. «Me llamaron ‘maricón’. Les pregunté si tenían algún problema conmigo y me dijeron que el problema lo iba a tener yo, me empujaron y cuando estaba en el suelo me escupieron y me pegaron patadas».
Este jueves, Sastre ha acudido a la sesión ordinaria de Cort para denunciar su agresión y revindicar el ‘Orgullo Crítico’ como parte del Día del Orgullo que se va a celebrar este sábado. Durante su discurso, ha recalcado que ha podido ir al pleno porque está sin trabajo «por sufrir discriminación laboral».
También ha reivindicado los derechos de personas LGTBI, recordando también al matrimonio homosexual que fue agredido en Llucmajor, en el centro comercial Maioris.«Fueron brutalmente agredidos en pretextos homófobos y racistas y esto no tendría que volver a pasar».
La agresión física y verbal que sufrió, se suma a la larga lista de episodios desagradables que ha padecido desde que decidió empezar a vestirse y referirse a si misma como mujer. «Nací en Rusia y me adoptó una familia mallorquina de Marratxí. Con seis o siete años empecé a pedirle a mi madre si podía peinarla y pintarle las uñas. Cuando crecí le empecé a coger la ropa y el maquillaje. Mientras era pequeña se vio como un juego de niños, pero cuando entré en la adolescencia me hicieron ver que era algo malo; una especie de perversión sexual».
Sastre contó a Ultima Hora su historia para denunciar la transfobia que padecen tanto ella como otras personas del colectivo: «Estoy muy involucrada a nivel de sensibilización. La transfobia es el resultado del machismo, ya que el patriarcado ve lo femenino como algo frágil, débil y que se puede pisar», asegura. También carga contra algunos familiares, que la han «agredido» y ahora «fingen que no ha pasado nada, pero se niegan a llamarme Marta».
Jóvenes en la plaza de España, amenazando e insultando a una persona trans. Hay un 0,000001% de posibilidades de que fueran españoles.