El Ajuntament de Palma ha anunciado que viajar en los autobuses de la EMT seguirá siendo gratis en 2025. No obstante, ha precisado que para ello habrá que cumplir, al menos, uno de estos dos requisitos. Uno de ellos es tener actualizada la tarjeta ciudadana y el otro contar con la del TIB. Se trata de los mismos que se han reclamdo durante los dos años que lleva en vigor esta medida.
Aunque Cort ha decidido mantener la gratuidad del transporte público, se ha mostrado muy crítico con el Gobierno de Pedro Sánchez y ha lamentado el «oportunismo político de una medida que, después de dos años de vigencia, ha sido anunciada por el Gobierno central a escasos días de que finalice el año, una decisión que ha sido adoptada de manera unilateral, sin aclarar qué cuantía destina para 2025, y lo más sorprendente y grave aún si cabe, cuando aún no ha abonado ni un solo euro de la bonificación prevista para el año en curso». En este sentido, han denunciado que «la bonificación destinada hasta la fecha por el Gobierno central a Baleares, de la que a Palma le corresponden 18 millones de euros, es claramente insuficiente».
Consecuencias negativas
El equipo de Jaime Martínez ha advertido que la gratuidad de la EMT conlleva una serie de consecuencias negativas. Uno de ellos es que «dificulta la recuperación de las frecuencias y las líneas suprimidas en legislaturas pasadas, conforme al compromiso del actual equipo de Gobierno de ofrecer un transporte público de calidad». No obstante, desde el Gobierno municipal han precisado que «la hoja de ruta en relación a la mejora del transporte en Palma está clara y exige al Gobierno central que ponga en marcha todas las ayudas reales que sean necesarias para que la EMT pueda recuperar líneas perdidas como la 15, la 20, o la mejora de la 19».
Otro de los aspectos negativos es que «la gratuidad del transporte público ha generado un déficit acumulado en la EMT de aproximadamente 15 millones de euros en dos años, que ha obligado a la empresa municipal a solicitar un crédito extraordinario por ese importe para hacer frente a este descuadre».
Además, han augurado que este déficit seguirá al alza, ya que «es de prever que si la bonificación contemplada por el Gobierno para 2025 es la misma que la asignada en 2023 y 2024». Por ello, aseguran que acarreará «el consiguiente perjuicio para la empresa pública y las dificultades que ello supone para asegurar la calidad del servicio, teniendo en cuenta el incremento de pasajeros que se viene produciendo año tras año». En este punto, han precisado que «si en 2019 el número de viajeros fue de algo más de 43 millones, la previsión es cerrar el año en curso con aproximadamente 60 millones».