El Ajuntament de Palma prohibirá utilizar las autocaravanas como viviendas y multará por pernoctar en ellas, una infracción que se considerará grave (de 750 a 1.500 euros). Así lo recoge la nueva ordenanza cívica que ha aprobado la Junta de Govern y que se elevará al pleno en diciembre. Ante las quejas de los caravanistas, el Ajuntament había accedido a matizar el punto de la ordenanza para permitir comer y dormir siempre que la actividad no trascendiera al exterior; pero finalmente ha dejado el texto como estaba en el borrador.
«Un vehículo es para desplazarse, una vivienda es otra cosa. Lo hemos repetido varias veces, una autocaravana, un coche, un autobús no son para vivir. Son para moverse, para transportarse. Aquellos vehículos, sean caravanas o no, que acampen en la ciudad no pueden hacerlo», ha declarado el alcalde, Jaime Martínez, durante la presentación de la ordenanza.
El texto prohíbe acampar en los vehículos en todo el municipio excepto en lugares específicos habilitados (se considera acampar cuando se despliegan elementos que salen del perímetro del vehículo o cuando se emite sonido al exterior). En cuanto a estacionar, la ordenanza indica que las autocaravanas deben hacerlo en los mismos lugares permitidos para el resto de vehículos comunes y no podrán permanecer más de diez días consecutivos en una misma ubicación (la misma norma que se aplica para el resto de vehículos).
Esto implicaría, en la práctica, el desmantelamiento de asentamientos de caravanas como las que hay en Son Gual o Son Hugo. «Entiendo que cada caso es un mundo, hay que ver si están acampadas o no, si producen otras actitudes incívicas, si son colectivos vulnerables o no... Pero la ordenanza tiene un objetivo, en Palma se vive en viviendas, no en caravanas», ha dicho Martínez.
Con todo, si el infractor es una persona en situación de exclusión social «se aplicarán medidas correctoras» y la actuación municipal «tendrá carácter asistencial», trasladando el problema a los servicios sociales. Si las autoridades no pudieran encontrar al responsable o éste se niega a mover la caravana, la Policía Local estará obligada a tomar medidas inmediatas. Si el vehículo se utiliza como vivienda habitual, los agentes podrán retirarla pero sin acceder al interior durante el proceso, salvo en casos excepcionales.