Una empresa especializada se ha encargado desde primera hora de la mañana de este martes a proceder al inicio del proceso de desalojo de los okupas instalados desde hace meses en un edificio de la barriada palmesana de Camp d'en Serralta, en el cruce entre la calle Ramón y Cajal y Rodríguez de Arias. Las quejas por parte de los vecinos por la insalubridad del mismo, los malos olores, la presencia de ratas y otros insectos y los ruidos y conflictos generados por los 'residentes' han provocado una medida que ha llamado la atención de los vecinos de la zona.
Los responsables de 'Fuera Okupas', contratados por la propiedad del edificio en obras y abandonado sin haber finalizado su construcción desde hace años, junto a un técnico especializado han procedido a abrir la verja metálica que cerraba el acceso al bloque, de dos alturas más la planta baja, además de informar a los okupas allí presentes de la obligación de abandonarlo.
Una dotación de la Policía Nacional observaba de cerca las evoluciones del desalojo, realizado de manera pacífica y que continuará hasta la salida del último de los ocupantes del edificio, en cuyo interior se acumula gran cantidad de basura y demás desperdicios que han provocado la aparición de roedores y parásitos, además de provocar malos olores que se podían percibir desde el exterior.
En su interior, los espacios distribuidos por los okupas mostraban diferentes habitáculos con camas, colchones, sofás e incluso una televisión, lo que deja patente que ya habían hecho cuyo un edificio que, sin poder finalizar su construcción, fue abandonado y vallado durante años, hasta que este grupo de okupas decidió instalarse allí.
Una de las okupas, de origen asiático, se resistía a dejar el bloque, lo que llevó a los encargados de las labores de desokupación a negociar con ella, a la espera de hacerlo con el resto de las personas que viven desde hace tiempo en ese edificio.
Hasta primera hora de la tarde de este martes, únicamente habían podido notificar sus intenciones a una pequeña parte de los residentes en el edificio abandonado y a medio construir, siguiendo más adelante con los pasos legales y protocolarios. Poco después, los okupas regresaron al bloque, cuyo acceso ha quedado totalmente abierto y donde seguirá la labor de comunicación por parte de los desokupas a lo largo de estos días.