Los Comités de Defensa de la República (CDR) han desconvocado la manifestación que desde las 19.00 horas ha reunido a 13.000 personas, según cifras de la Guardia Urbana, en Els Jardinets de Gràcia, en la cuarta jornada de protestas contra la sentencia del procés.
Cuando se cumplían poco más de dos horas de la concentración, que ha tenido un carácter eminentemente lúdico, los CDR han informado a través de las redes sociales de que la daban por acabada asegurando que todos necesitan levantarse temprano mañana, cuando está convocada una huelga general en Cataluña.
«La olimpiada se acaba, deportistas, que mañana toca levantarse temprano», reza un tuit del CDR del Barcelonès, uno de los convocantes de la concentración, que ha tomado la forma de una jornada lúdica y reivindicativa.
El ambiente de la manifestación, en el que han participado básicamente estudiantes, ha sido predominantemente festivo. Los concentrados han jugado con pelotas, a las cartas e incluso han levantado una torre humana.
Este clima lúdico contrasta con las manifestaciones convocadas por los CDR en Barcelona las dos últimas noches, en las que grupos violentos quemaron coches y contenedores, lanzaron cócteles molotov y ácido contra agentes de los Mossos d'Esquadra y prendieron hogueras.
Estos incidentes tuvieron lugar después que, el pasado lunes, miles de personas se desplazaran al aeropuerto de El Prat en una jornada que también culminó con graves incidentes.
Ultras
Los ultras que se habían concentrado a última hora de la tarde en la plaza Artós de Barcelona, en la parte alta de la ciudad, han bajado por la noche al centro.
En el centro están a esa hora los 13.000 concentrados desde las 19 horas a iniciativa de los CDR, aunque éstos han dado por desconvocado el acto a las 21.00, pero a las 21.45 siguen en el lugar.
Los centenares de ultras que bajan al centro de Barcelona este jueves por la noche han empezado a tirar botellas y petardos al cordón de Mossos situado en el cruce de las calles Balmes y Aragó para impedir que sigan bajando.
Los ultras han bajado desde su concentración en la plaza Artós, en la parte alta, y se han parado a unos 20 metros de los Mossos, que les han hecho retroceder, hacia la parte alte de la calle Balmes.
El cordón ha ido avanzando, ayudado por los furgones, y sobre las 22.10 han obligado a los ultras a retroceder hasta poco antes de la avenida Diagonal, alejándoles del centro.
La policía catalana, con una decena de furgones en el lugar, intenta impedir que los ultras puedan mezclarse en algún momento con los concentrados por los CDR, que no están en la misma zona del centro de la ciudad a esa hora.