LA HISTORIA

De 1964 a 2032: El largo viaje de regreso del tren a Llucmajor

El Govern recupera un destino emblemático de su red ferroviaria, que vio pasar su último vagón en 1964 tras casi medio siglo en funcionamiento

Tren

Ferrocarril circulando por el Pont de ses Set Boques (Llucmajor), antigua línea Palma-Santanyí, años 60.

| Palma |

El anuncio del recorrido definitivo del tren que recuperará la histórica línea entre Palma y Llucmajor invita a recordar un trazado que fue de referencia y que formó parte del antiguo mapa ferroviario de la Isla, que conectaba desde la capital a diferentes poblaciones como la del Migjorn y otras vecinas como Campos o Santanyí, además de localidades más alejadas como Artà, donde su antigua estación sigue en pie.

No es el caso de Llucmajor, cuyo antiguo edificio se derribó tras poner fin a su actividad y hoy ocupa una zona urbanizada. En 2032 está previsto que finalice la singladura de este proyecto, que ha visto la luz tras años de trabajo. Una reivindicación de numerosos colectivos y que, además de conectar Palma con la localidad, permitirá ofrecer una alternativa de transporte a un escenario clave como el aeropuerto de Son Sant Joan, parada estratégica dentro del proyecto.

Imagen de una antigua locotomora con el nombre de Llucmajor.

La agenda de Serveis Ferroviaris de Mallorca marca 2028 como fecha de inicio de las obras, que se prolongarían por espacio de cuatro años, después de pasar por varias fases entre 2025 y el momento del arranque de los trabajos para recuperar un trazado ferroviario que todavía hoy sigue presente con algunas de sus huellas sobre la superficie o en forma de infraestructuras como pasos elevados, puentes o simples tramos por los que antes pasó la vía por zonas como el Pla de Sant Jordi.

La previsión es conectar Palma con las terminales del aeropuerto en un tiempo de 12 minutos, por los 31 que les llevarán hasta Llucmajor, a lo largo de un trazado de 30 kilómetros, 2'5 más de los previstos inicialmente, lo que a su vez supondrá un aumento del porcentaje lineal de vía en Mallorca, además de estimar una media de 7'5 millones de usuarios anuales.

Antecedentes

La presencia estratégica del aeropuerto y la Playa de Palma es clave para dar forma a este proyecto, que recoge el testigo del que bajó la persiana hace seis décadas. El 25 de marzo de 1964 pasó por última vez el tren por Llucmajor, una de las estaciones de mayor tamaño de Mallorca hasta su cierre y punto de referencia del antiguo trazado ferroviario entre Palma y Santanyí, que también pasaba por Campos.

Antigua estación de ferrocarril de Llucmajor.

El 6 de octubre de 1916 se inauguró ese tramo Palma-Llucmajor que 89 años después vuelve a la primera línea informativa, aunque con un perfil muy diferente al de aquella época. La idea empezó a tomar forma a finales del siglo XIX, por la necesidad de unir la capital con una de las ciudades más importantes de la Isla, dando continuidad a otros trazados ferroviarios, algunos de ellos todavía vigentes.

Un año después, en 1917, la línea llegó hasta Campos y Santanyí, estación final, después de un largo proceso de obras marcado por problemas logísticos, como el abandono de un contratista, o la Primera Guerra Mundial, que dificultó la compra y llegada de materiales para la construcción de la infraestructura, además de elevar el precio de los mismos a consecuencia de la coyuntura en la Europa de esos años.

El tren, circulando ante la Seu.

La Ley de Ferrocarriles Secundarios y Estratégicos de 1908 fue un punto de apoyo clave para la llegada del tren a Llucmajor, de la misma manera que a otros lugares de Mallorca donde, en algunos casos como el de la localidad del Migjorn, acabó perdiéndose y escondiéndose su antiguo trazado entre la maleza, siendo objeto de reivindicación por los colectivos que defienden la recuperación de ese patrimonio y han visto, décadas después, como la reivindicación pasa a ser una línea de referencia en la red de SFM.

En el momento en el que la Explotación de los Ferrocarriles del Estado (EFE) asumió la gestión de Ferrocarrils de Mallorca, tomando el control en 1964, marcó el inicio de la época de Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (FEVE). La situación era de una complejidad tal que muchas de las líneas se cerraron y se vendieron una parte significativa de los terrenos y del material, siendo la línea Palma-Llucmajor-Campos-Santanyí una de las víctimas.

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