La construcción de viviendas sigue bajo mínimos en Baleares, ya que ahora se edifican una quinta parte que durante el 'boom' inmobiliario, que tuvo lugar entre los años 2004 y 2007. Así lo ponen de manifiesto los datos del Col·legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears (COAIB), que señalan que el pico se alcanzó en 2006, cuando se visaron 15.838 viviendas. Sin embargo, en 2023 (últimos datos disponibles) sólo se visaron 3.292. Se trata de un descenso del 381,105 %.
Para encontrar una cifra más baja hay que remontarse al ejercicio 2017, cuando se visaron 2.553 viviendas en las Islas. Preguntado por los motivos por los que no se ha recuperado la construcción, pese a la elevada demanda y la escasa oferta, la directora general de la Asociación de Constructores de Baleares, Sandra Verger, responde que «no hay una causa en concreto».
Verger señala que el año en el que se dieron menos visados para construir viviendas fue en 2013, exactamente 986, y sostiene que aunque se ha ido recuperando hasta unos 3.000 «no son suficientes». A su modo de ver, lo adecuado sería edificar unas 7.000 casas al año.
Viviendas de alto poder adquisitivo
Aunque insiste en que no hay una causa concreta, la directora general de la Asociación de Constructores señala que una de ellas es que «tras la gran crisis que sufrió el sector, la recuperación se ha enfocado en viviendas de alto poder adquisitivo». Esto se debe a varios motivos: una de ellos es la falta de suelo disponible para poder edificar y el que hay es muy caro. Además, hay que ver el planeamiento de los diferentes municipios. «Si sólo se permite la construcción de casas grandes es difícil que estas puedan ser asequibles», ejemplifica.
Además, lamenta que los impuestos tampoco han bajado para las viviendas de precio asequible; al tiempo que resalta el «fuerte incremento de los materiales de construcción». En este sentido, argumenta que todos estos factores motivan que la vivienda que se pueda construir se destine a personas con un poder adquisitivo más elevado.
No obstante, considera que se deberían poner en el mercado viviendas asequibles y para ello defiende que debería agilizarse la tramitación de los suelos urbanizables, que calcula que tardan una media de 15 años en ser tramitados; el objetivo es que se pueda comenzar a construir lo antes posible. «La única fórmula para paliar la falta de viviendas es poner más en el mercado», defiende.
Estas argumentaciones son corroboradas con el hecho de que la inversión en vivienda no ha caído tanto como la construcción de las mismas. De este modo en el año 2006, cuando se dieron más visados, se llegó 1.738.292.869 euros, mientras que en 2023 fue de 1.251.857.503 euros.
Menos VPO
La gerente de la asociación de Constructores también subraya que se ha dejado de construir Vivienda de Protección Oficial (VPO). En 2006 se dieron visados para construir 634, mientras que en 2023 fueron 47; la cifra más baja se registró en 2015, cuando no se visó ninguna. «Antes del boom inmobiliario había mucha construcción de VPO por parte del sector privado porque había incentivos. Hoy en día no los hay y la calificación de VPO será permanente. Ahora solo se construye la que promueve la administración porque ha dejado de ser atractiva», razona.