La población crece más rápido que la construcción de viviendas, por lo que conseguir una se está convirtiendo en una misión casi imposible, al tiempo que está disparando los precios. Así lo confirman las cifras, que ponen de manifiesto que este es uno de los factores que están dificultando el acceso a un hogar. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), las Islas han ganado 161.604 habitantes en los últimos 15 años, pero sólo se han construido 36.731 viviendas, según los datos publicados por el Col·legi Oficial d'Arquitectes de les Illes Balears (COAIB).
El presidente de la asociación de promotores Proinba, Óscar Carreras, argumenta que teniendo en cuenta que en cada inmueble pueden residir unas tres personas de media sólo se han edificado hogares para una media de 110.193 nuevos residentes en las Islas. Por tanto, se podría decir que unas 51.411 personas no encuentran un lugar de residencia o lo que es lo mismo: faltan unos 17.131 pisos o casas en las Islas para dar respuesta al incremento poblacional. Todo esto, sin tener en cuenta a los jóvenes que quieren independizarse o a las parejas que se separan o divorcian, ya que la edad media de vida cada vez es mayor.
Carreras advierte que los problemas para acceder a la vivienda se agudizarán, ya que el INE estima que la población balear seguirá creciendo y calcula que en 2039 llegará a tener 1.466.657 habitantes, es decir, ganará 234.889 residentes en los próximos 15 años. Por tanto, serán necesarias unas 78.269 nuevas viviendas para poder dar respuesta a la demanda.
Agilizar los trámites burocráticos
Ante esta situación, el presidente de Proinba reclama aglizar los trámites burocráticos. «La telaraña normativa y el retraso en la concesión de licencias lastran la construcción de viviendas en Baleares», denuncia. En este sentido, expone que en los últimos doce años han tenido que hacer frente a «una cascada intermitente de nuevas normativas, que muchas veces resultan imposibles de cumplir». A esto hay que añadir el retraso en la concesión de licencias, aunque resalta que hay ayuntamientos como el de Palma que están agilizando estos trámites.
Carreras explica que desde que se compra un suelo urbano hasta que se finaliza la construcción de una vivienda se tardan una media de cuatro años. En el caso de los suelos urbanizables el tiempo preciso es mucho más elevado y la media oscila entre los ocho y los quince años. Además, resalta que «las políticas de descalificación de suelo urbanizable planificado legalmente a principios de los años 2000 para un crecimiento de población previsto inferior al que ha sido, han empeorado la situación para tener hoy suelo para vivienda asequible para ese crecimiento poblacional»
Para concluir, destaca que «estas medidas que proponemos desde Proinba son pensadas para el corto y medio plazo (4-10 años) com el objetivo de desahogar la emergencia habitacional actual; pero para el largo plazo habría que reflexionar sobre un cambio en los parámetros de nuestro modelo económico turístico tan intensivo, que requiere de esos incrementos poblacionales y, en consecuencia, de más vivienda para cubrir esas necesidades».