A las puertas del mes de octubre y recién estrenado el otoño, las reservas hídricas en los embalses de la Serra de Tramuntana invitan únicamente a la preocupación. Las imágenes publicadas en las redes sociales por el meteorólogo Miquel Salamanca son el fiel reflejo del alarmante estado en el que se encuentran los dos grandes vasos que nutren de suministro a la capital mallorquina y a parte de la Isla.
El agua ha perdido buena parte de su espacio, dando paso a un panorama desolador, especialmente en el Gorg Blau, cuya última medición por parte de Emaya reflejaba un triste 27'1% (1'6% menos que la pasada semana), camino del cuarto de su capacidad total. Las lluvias de las últimas semanas apenas han servido para nutrir al mayor de los dos embalses. Por su parte, Cúber está al 32'3% (1'2% menos que hace siete días), con un global de 29'16'% (30'5% la anterior semana) que anticipa, salvo episodios excepcionales de precipitaciones, un otoño difícil.
El dato llama más la atención si se compara con el del pasado mes de agosto, en pleno verano, cuando el global de Gorg Blau y Cúber se situaba en el 36'5%, seis puntos por encima de la capacidad acumulada en la última semana de septiembre. Unas cifras inferiores a las de años anteriores, en las que el montante era superior al 50%.