El torrente informativo de estos días se ha llevado por delante algunos detalles importantes que han pasado desapercibidos; aunque una vez que las sesiones plenarias se cierran hasta pasado el verano y con Gabriel Le Senne disculpándose, a la vez que rechazando de lleno su posible dimisión; los ojos han vuelto a posarse sobre el único documento audiovisual en el que realmente se puede comprobar qué ocurrió en el controvertido pleno del pasado martes.
Se trata de las más de ocho horas de grabación que existen sobre la sesión plenaria, publicadas como es habitual en el canal de Youtube del Parlament de les Illes Balears. La grabación se inicia a las 09:00h de la mañana, momento en el que comienza la sesión y se inmortaliza ininterrumpidamente durante las ocho horas y veintidós minutos siguientes. Durante las primeras seis horas, el pleno se desarrolla con normalidad hasta que, durante la intervención de Josep Castells, de Més per Menorca, Mercedes Garrido se levanta y recoge las fotografías. Vuelve a la Mesa y llama la atención de Le Senne para comentarle lo que tienen pensado hacer durante la toma en consideración de la propuesta de ley para derogar la Ley de Memoria Histórica.
Garrido cuenta a Le Senne sus intenciones y le muestra las fotos
Mantienen una pequeña conversación en la que la diputada socialista explica que, durante el debate de la derogación, pondrán las fotografías en sus ordenadores; se puede advertir incluso el gesto señalando a los mismos. Al presidente del Parlament se le nota en la cara, no le gusta la idea, pero no se opone y le pide a Garrido que le enseñe las imágenes de las que habla. Las ve y ambos ejecutan un leve gesto de acuerdo; aunque el hecho deja a Le Senne intranquilo, tal y como se ve en el vídeo. Fuentes del PSIB-PSOE confirman que Garrido «explicó claramente que las fotografías pertenecían a represaliadas por el franquismo».
Éste es el momento en el que se registra esa conversación previa entre Gabriel Le Senne y Mercedes Garrido:
Las imágenes confirman que Le Senne ya había visto las fotografías antes del conflicto y que conocía a quien pertenecían y lo que simbolizaban; algo que choca frontalmente con las primeras declaraciones que el Presidente del Parlament Balear realiza para TVE Baleares; en ellas destaca una frase: «Yo no sabía lo que rompía»:
«Le Senne ve las fotos antes de que se produzca la discusión y no se opone a la acción de los socialistas; es en el momento en el que los diputados de PP y Vox intensifican sus quejas cuando cambia violentamente de opinión», explican desde el entorno socialista. Según defienden desde la oposición, Le Senne, consciente del símbolo que había roto con el ademán impulsivo que protagonizó, trataba de alejar una posible acusación de delito de odio, algo que la Fiscalía inicia posteriormente. «Habíamos visto ese momento del vídeo desde el primer día pero no le dimos importancia hasta que escuchamos sus palabras; decir que no sabe lo que rompió forma parte de su estrategia de defensa para no ser acusado de un delito de odio. Sí sabía lo que estaba arrancando y lo que estaba rompiendo», aseguran fuentes del PSIB-PSOE.
La versión de Le Senne
La versión que da Gabriel Le Senne no dista de la que se ve en el vídeo, es cierto que advierte a las diputadas hasta en cinco ocasiones en voz baja pero al recibir negativas, no insiste y continúa permitiendo que muestren las fotografías. Las imágenes se mantienen en el ordenador de Costa y Garrido durante tres intervenciones más, casi una hora, la de Sergio Rodríguez (Vox), Cristina Gil (PP) y Omar Lamin (PSOE). Durante las mismas, algunos diputados se acercan a la Mesa para hablar con Le Senne. También lo hace Misericordia Sugrañes (PP) con Garrido. La diputada se mantiene en sus trece. Considera que no hay razón para retirar la foto de las víctimas y así se lo hace saber de nuevo a los interesados.
El Presidente de la Cámara balear comienza a mostrarse visiblemente incómodo. Está perdiendo la paciencia; aunque todavía quedan quince minutos para que se produzca el estallido. En ese tiempo, Gabriel Le Senne coge de la Mesa el libro que contiene el reglamento del Parlament y consulta algunos artículos. Quiere saber si tiene motivos para exigir que quiten las fotografías o para expulsar directamente a las diputadas; al consultarlo, vuelve a hablar con Mercedes Garrido. El tono de la conversación aumenta. Se produce el momento que Le Senne describe en su último comunicado respecto a la expulsión de Garrido y Costa:
El Presidente del Parlament pierde la paciencia. Lo ha intentado varias veces y no logra su propósito. En cuánto finaliza Lamin, se produce el famoso episodio. «Antes de seguir, una cuestión de orden», empieza. El estallido tenso tiene lugar y el hemiciclo se descontrola por unos minutos. Cuando finaliza la tensión, Le Senne deja algunas frases que describen muchas de las incógnitas pendientes: «Me gustaría haberme comportado de otra manera pero no me han dejado alternativa». «Si perturban el orden tendré que expulsarles a todos, si quieren, yo no tengo problema».
La oposición critica, precisamente, las formas «agresivas y totalitarias» de la que se constituye como la segunda autoridad de las islas y mantienen la petición sobre su dimisión. Le Senne, por su parte, ha pedido disculpas en tres ocasiones, aunque manteniendo que no fue el único al que reprobar, y trata ahora de relativizar las imponentes reacciones que ha desencadenado el suceso. La Fiscalía del Estado analizará lo ocurrido. La Cámara balear se cerrará durante el verano. Las imágenes del pleno continuarán en la red para dar fe sobre lo que, realmente, ocurrió en el Parlament el pasado martes.