«Rogamos que se respete el derecho a la presunción de inocencia, tan poco respetado por algunos medios en el 'Caso Cursach', que luego acabó en nada. En realidad no existe ni un proceso judicial contra Pilar Bonet, pero su condena social ya está dictada». El prestigioso abogado penalista Antonio Martínez, que representó y consiguió la absolución del empresario Tolo Sbert, ha sido designado como letrado defensor de la exconsellera d'Hisenda del Consell obligada a dimitir por su supuesta implicación en un desfalco millonario, tal y como adelantó el sábado en exclusiva Ultima Hora.
«No es cierto, como se ha publicado en diferentes medios, que la señora Bonet haya cometido delito alguno», ha indicado el abogado, alertando de la interposición de querellas para los que afirmen lo contrario. «El impacto mediático de estos datos, que son falsos y sesgados o deformados, calculadamente filtrados, ha generado un ingente daño a la salud, honor, dignidad, imagen e intimidad de la señora Bonet y su familia. La calculada y contumaz aniquilación de su reputación ha creado una posverdad y prejuicio de culpabilidad tan potente que ha hecho quebrar su salud, causando su baja médica/laboral con necesidad de tratamiento», ha añadido.
En este sentido, Martínez ha calificado de «absolutamente kafkiana» la situación de la expolítica: «Por un lado desconoce las acusaciones contra ella, pero por otro se le ha obligado a dimitir forzosamente de su cargo público sin habérsele dado dato concreto alguno que lo justifique, por lo que le es materialmente imposible defenderse». Martínez ha insistido que no existe, de momento, una investigación policial o judicial, «y se publican infinidad de supuestos datos reservados». «Así, con una calculada denuncia mediática se estarían instrumentalizando medios en una suerte de 'justicia privada' paralela, ejercida sin el previo e imparcial control del juez legal».
Por todo ello, Martínez ha reiterado a los medios de comunicación «rigor y ética» y el cese inmediato de la publicación de datos «que contribuyan a tan injusta situación, evitando convertir la atmósfera mediática en irrespirable» .Además, alerta que se está produciendo un «linchamiento mediático» con la expolítica: «Ya se ha inoculado el prejuicio de culpabilidad y conseguido la muerte civil de la víctima señalada». Por último, Martínez ha calificado de «devastador» el daño mediático generado contra su defendida.