Rachid, el yihadista detenido en Campos el jueves, se había radicalizado de forma muy rápida y los investigadores temían que pudiera intentar atentar, lo que precipitó su arresto. El acusado ha sido trasladado a la Audiencia Nacional de Madrid y está previsto que este viernes preste declaración. Se le acusada de un delito de amenaza terrorista y adoctrinamiento.
Al parecer, el sospechoso fue detectado porque empezó a escribir comentarios muy subidos de tono en redes sociales y ese extremismo llegó a oídos de la Policía Nacional, cuyo grupo especial lo sometió a un discreto seguimiento. Hace semanas que el sospechoso, que nació en Melilla pero es de origen marroquí, estaba controlado por las fuerzas de seguridad.
También se está investigando si aquí tenía algún tipo de infraestructura o ayuda, pero todos los datos recabados hasta el momento descartan esta posibilidad. De hecho, el sospechoso, que tiene unos 50 años de edad, llegó solo a Mallorca y el mismo día pidió desesperadamente trabajo en una empresa de construcción, lo que indica que no tenía a nadie que lo cogiera en su casa.
También se está investigando si el carnet de gruísta que enseñó en Campos era real o falsificado. El yihadista sostuvo que era un experto manipulando maquinaria pesada. Del análisis de sus comentarios y escritos en internet se llegó a la conclusión de que se estaba radicalizando muy rápido y que sus reacciones eran imprevisibles.