Rachid, el hombre detenido este jueves por un delito de adoctrinamiento y amenaza terrorista, vio el miércoles el teléfono móvil de una conocida empresa de la construcción de Campos y llamó.
-Hola, me llamo Rachid y estoy buscando trabajo y comida.
El propietario de la empresa le citó a las seis de la tarde de este miércoles y le solicitó su documentación para verificar que la tenía en regla. «Me llamó para pedirme trabajo y me dijo que si tardaba un día o dos en incorporarse se quedaría a dormir en la plaza de s'Estació mientras yo revisaba sus papeles», ha contado este jueves a Ultima Hora el empresario. «Aquí en el pueblo no estamos acostumbrados a ver a gente durmiendo en la calle», ha añadido, «y le ofrecí que se quedara en la cochera. Cualquiera lo hubiera hecho».
Rachid, de unos 50 años y nacionalidad española, pero de origen marroquí, se presentó en las instalaciones de la empresa de la construcción con una tupida barba y una maleta de 10 kilos y de color rojo en la mano. El hombre vestía un pantalón de tela y un jersey. «Tenía pinta de vagabundo. Me dio su documentación y unas credenciales de que sabía manejar maquinaria pesada de obra». Una de las camareras del bar s'Estació ha recordado esta tarde que ayer le sirvió un café. A la mujer le llamó la atención la frondosa barba que lucía el sospechoso de terrorismo.
El arrestado durmió sobre un colchón viejo y de escaso grosor que los trabajadores de la empresa de construcción utilizan como esponja para limpiar paredes. El hombre se fue a dormir vestido con un pantalón de tela y jersey y esta mañana, cuando los agentes de la Policía Nacional lo han detenido, llevaba una chilaba. Los investigadores de Madrid han irrumpido en el local que le sirvió de habitación por una noche y lo han arrestado. La maleta roja que llevaba Rachid con todas sus pertenencias permanece todavía en las instalaciones de la empresa.