La presidenta de Baleares, Francina Armengol, anunció este martes en el Parlament un plan de medidas anticrisis, «Amb Tu», con un soporte económico de 200 millones de euros para paliar la subida de precios que padecen las Islas. Entre las medidas [las puede consultar aquí] se incluye una para favorecer la compra de vivienda para los ciudadanos con ingresos más bajos, que, calcula el Ejecutivo autonómico, beneficiará a 500 familias. Se trata de un aval público que pretende posibilitar que cualquier persona que tenga capacidad para pagar una hipoteca pueda acceder a ella sin verse limitada por carecer del 20 % de entrada que exigen los bancos. Uno de los principales requisitos para solicitar la medida será acreditar al menos cinco años de residencia en las Islas, con el fin de evitar la especulación inmobiliaria. Además, las viviendas de protección oficial (VPO) o del mercado libre deberán costar menos de 270.000 euros.
A raíz del anuncio y, con el fin de pulsar la opinión pública, Ultima Hora ha lanzado una encuesta en su Instagram, en la que pregunta a los lectores cuáles son los principales problemas que han encontrado a la hora de comprar una vivienda en la Isla y si el aval público propuesto por el Govern facilita el proceso. En apenas una hora se han recogido ya numerosas respuestas, síntoma de la preocupación que suscita la cuestión. La mayoría de los usuarios han subrayado la imposibilidad de ahorro para los gastos derivados de la compra, ante salarios mileuristas y una inflación disparada: «Tener ahorros para los gastos es imposible para la mayoría», sentencia María Magdalena Pedraza. «Exigen mucho para darte una hipoteca», aquejaba Marga Miró.
También ha habido críticas al tope de 270.000 euros, debido al alza de precios, agraviada en especial en el sector inmobiliario: «A ver quién encuentra piso por menos de 270.000 euros», se preguntaba @alemarfel. «Una vivienda por ese precio es un piso en Corea», respondía @itsmxr21. «El principal problema son los elevados precios, especialmente en algunas localidades», exponía Miquel Bauzà. En la misma línea opinaba Marga Gomila March: «El precio está infladísimo para las características de la vivienda».
Por lo general, de las respuestas de los lectores se extrae un sentimiento de escepticismo ante uno de los principales problemas de las clases populares. «No será tan bonito como lo pintan, como siempre, igual que la ayuda del alquiler», aseguraba @ifimito07. Habrá que esperar un tiempo para comprobar si realmente el aval cumple su función e impulsa la compra de vivienda entre quienes más lo necesitan.