Bajo el epígrafe Digitalización para unas Baleares sostenibles, la Sala Aljub de Es Baluard acogió ayer una mesa redonda organizada por Telefónica y Ultima Hora que analizó los retos inmediatos que afronta la sociedad en su proceso de adaptación a los nuevos paradigmas que imponen los tiempos actuales.
La periodista Nekane Domblás ejerció de moderadora de un debate con la presencia de la presidenta del Govern, Francina Armengol; el director general de Territorio Este de Telefónica, Chema Casas; la CEO de Grupo Sampol, Carmen Sampol; el director general de TIRME, Rafael Guinea y el profesor e investigador del Grupo de Comunicaciones Móviles del departamento de Matemáticas e Informática de la UIB, Felip Riera.
Los contertulios debatieron sobre el papel que debe jugar la Administración en el impulso de estos nuevos modelos de desarrollo, la instauración de sistemas de formación y la gran oportunidad que representan los fondos europeos. También se alertó de la brecha generacional y de los riesgos de arrinconamiento de un sector de la población que lleva aparejada la transición digital, así como de la necesidad de minimizar la huella de carbono de las nuevas tecnologías para hacer de su implantación definitiva una apuesta realmente coherente con sus objetivos.
Francina Armengol, presidenta del Govern balear
La presidenta admitió que «en algunas cosas vamos atrasados y tenemos que seguir acelerando», al tiempo que subrayó que «la Administración tiene un papel de catalizador en este proceso». «La COVID también nos trajo el aprendizaje de que teníamos que acelerar todo lo relativo a la digitalización para hacer más productivas nuestras empresas, dar mejores servicios públicos y garantizar mejores derechos a la ciudadanía». En ese sentido, destacó que los fondos europeos «son una de las grandes oportunidades que tenemos», recalcando además que Balears cuenta con una posición privilegiada. «Somos el territorio con más fibra óptica y más extensión de tecnología 5G, por lo que estamos más preparados para asumir más retos que otros territorios». Armengol se refirió a los avances ya realizados al respecto, señalando, como «la digitalización de la tecnología de nuestros hospitales o los planes de autoconsumo de los edificios públicos». Por otro lado, aseguró que la cuestión de la formación está siendo abordada como requiere. «Estamos potenciando los estudios tecnológicos y hay una apuesta muy fuerte en la estrategia de la formación profesional». La presidenta destacó además que se trabaja en «ver cómo podemos conseguir que empresas innovadoras estén en nuestra comunidad autónoma, como las del Parc Bit o el Centre Bit, porque facilita la formación de trabajadores a otras empresas».
Chema Casas, director territorio este telefónica
Para el responsable de Telefónica, el proceso de digitalización cuenta con una palanca importante en el mero aprovechamiento de las opciones ya disponibles a día de hoy, pero que por algún motivo no se han generalizado. «Hay que aprovechar la tecnología y ponerla al servicio de los procesos que ya tenemos. Con la pandemia muchas empresas hicieron entrega de sus productos con Glovo: de golpe una plataforma con un tercero ayudó a dar un paso más allá». Otro ejemplo es la exitosa implantación de aplicaciones y programas de videollamadas como Teams durante la pandemia cuando las empresas llevaban tiempo atascadas con esa cuestión. Todo se aceleró porque «de un día para otro empezamos a trabajar desde casa». Sobre la brecha digital existente entre pymes y grandes empresas, Chema Casas advirtió de que en los últimos años las grandes empresas tuvieron un 150 % de crecimiento de teletrabajo, pero las pymes no llegaron al 30 %. La solución pasa por «formar trabajadores», pero alerta de que «va a ser un drama:la revolución digital va a ser muy rápida y puede dejar a mucha gente atrás». Por otro lado, incidió en la importancia de la digitalización para la reestabilización del territorio. «El problema de la España vaciada se terminará cuando dotemos de conectividad de alta velocidad a todas las zonas rurales del país. Los alcaldes no quieren más carreteras y sí más kilómetros de fibra óptica». En ese sentido, Baleares parte con ventaja, aseveró, ya que «son las islas mejor conectadas de Europa con diferencia».
Carmen Sampol, Ceo de grupo Sampol
«El 5G no existirá si no hay infraestructuras que lo soporten, redes de fibra óptica que deben estar ahí», señaló la Ceo de Sampol para anunciar que este otoño el Grupo hará de un bloque de oficinas de Palma uno de los primeros edificios corporativos del mundo con un 100 % de cableado de fibra óptica. Sampol recordó que el año 2015 fue ya un punto de inflexión cuando «dimos un paso más allá y metimos las redes de fibra óptica dentro de los edificios». «Fuimos la primera empresa del mundo que tuvo la idea de introducir toda la fibra óptica dentro de un edificio». A ese respecto, coincidió con Armengol en que «los fondos europeos son una gran oportunidad para poder desarrollar el 5G». «La apuesta es pasar al 5G pero el problema no tiene regulado ese espectro en España, cuando en países como Alemania están mucho más desarrollado». Ese cambio que plantea la transformación digital y el paso al 5G, en su opinión, va a ser realmente visible «en cinco años», especialmente en aspectos «como la red de servicios de emergencias, que van a ser más eficiente».
Rafael Guinea, director general de Tirme
Guinea hizo énfasis en la importancia de que el desarrollo tecnológico sea equivalente al del control de posibles efectos secundarios que lo harían incoherente con el objetivo de caminar hacia un mundo más sostenible. «La economía circular depende del desarrollo de la tecnología para que le sirva de base, pero la digitalización es una herramienta más y depende del modo en que se use. Tiene una parte negativa ante la que tenemos que estar muy vigilantes. ¿Qué tipo de elementos electrónicos vamos a hacer? ¿Cómo prevemos que no fomenten el consumo innecesario o que las materias primas no provengan de un país en desarrollo cuya biodiversidad estén destrozando a cambio de litio? Tenemos que intentar ir a una sociedad mucho más exigente. La transformación digital es muy intensiva en energía y hay que exigir fuentes renovables». Guinea insistió en la idea de que «una base de la filosofía de la economía circular es mantener los servicios que demanda la gente pero como servicio, no como producto» para que sus componentes puedan reaprovecharse.
Felip Riera, investigador de la UIB
El profesor de Matemáticas e Informática se centró en la cuestión del aprovechamiento efectivo de la tecnología ya existente. «Hace cinco años ya se podía hacer videollamadas pero nadie las hacía, era como algo exótico y ahora ha habido una especie de cambio de chip. Hay un gap o una brecha entre lo que técnicamente es posible y lo que la sociedad está dispuesta a hacer ya. Hay que ir acercando ambas cosas. No me explico que haya gente que pueda funcionar sin certificado digital hoy día». Por lo que respecta a la tecnología 6G, Riera opinó que no hay que esperar que llegue «antes de 2030». También insistió en que los retos implícitos de la transformación digital, como todo lo referente a la ciberseguridad, deben ser asumidos como peaje para un tránsito para el que no hay marcha atrás y tratar de minimizar sus repercusiones. «Tenemos nuestras vidas depositadas en esos datos y este año hemos visto ciberataques brutales. No hay nada que sea totalmente seguro pero no hay otra opción: no podemos volver al mundo analógico».
El apunte
«Nuestro futuro depende del nivel de desarrollo tecnológico»
La presidenta de Grup Serra, Carmen Serra, abrió el acto refiriéndose a la importancia de impulsar este tipo de debates a fin de normalizar el trayecto hacia el mundo venidero. «Nuestro futuro depende del nivel de desarrollo digital y solo queda ir hacia adelante para crecer y estar en este mundo tan competitivo de hoy». Serra agradeció a Telefónica su colaboración en el evento y a los diferentes participantes «por compartir con nosotros sus conocimientos».