La comisión de segregación escolar del CEIP Verge de Lluc de Palma denunció este miércoles que el curso pasado tuvo un 51,4 % de alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, cuando la media en los centros públicos fue del 30,3 %. «Sin la metodología que aplicamos sería inviable, porque ofrecemos más apoyo», asegura el miembro de la comisión y maestro de la escuela Iñaki Aicart. Los alumnos no están distribuidos por cursos, sino por comunidades de aprendizaje donde se mezclan las edades.
Pese al método educativo innovador del centro el porcentaje que denuncian implica una «alta carga de trabajo» y un nivel emocional «difícil» de gestionar, según explica la secretaria del equipo directivo, Indiana Mas. Además de complicar el trabajo de los docentes, la comisión advierte de que a la larga la segregación incrementa las desigualdades sociales, reduce los resultados educativos y aumenta el abandono escolar.
Un problema antiguo
La alta concentración de alumnos con necesidades, conocidos como NESE (por el acrónimo en catalán Necessitats Específiques de Suport Educatiu) es un problema que viene de años atrás, según lamenta la comisión. La situación más grave de segregación en el CEIP Verge de Lluc se dio en el curso 2019-20, cuando un 55,3 % de los alumnados de Primaria matriculados eran NESE, frente al 23,4 % de media de la zona escolar de Palma, y el 31,1 % de media en los centros de titularidad pública. Desde el centro critican que la Conselleria d'Educació incumple la normativa de escolarización, aunque ésta solo dice que «velará» para que el número de NESE no supere el 30 % del alumnado total del centro y tampoco exceda en un 10 % la media de alumnos con necesidades del resto de centros educativos de su zona.
Zu VekaufenAquesta notícia no va de català, estàs obsessionat contra sa nostra llengua! Si durant es quaranta anys de demcràcia s'hagués fet una política lingüística efectiva a ses Illes Balears, que hagués revertit de bon de veres sa castellanització duita a terme durant es franquisme i hagués fet costat a sa llengua pròpia i oficial, bona part de s'immigració resident a ses Illes Balears la dominaria, com passa a s'Espanya castellana: allà també hi ha immigració de procedència diversa, però tothom assimila sa llengua de sa població autòctona perque, endemés d'esser oficial, s'Estat l'avala i l'imposa fora manies.