Negacionistas, antivacunas, contrarios a las restricciones, simpatizantes del movimiento antimascarillas... Y un grupo de jóvenes con antecedentes. La Plaça Espanya de Palma concentró durante la madrugada del domingo a todo un crisol de manifestantes que dificulta trazar un perfil concreto.
La cita, que desembocó en graves disturbios y actos vandálicos, se saldó con 16 detenidos, que decidieron enfrentarse a la policía lanzando todo tipo de objetos: botellas, piedras, papeleras. Casi todo lo que tenían a mano.
De la larga decena de detenidos, que este lunes debían prestar declaración ante el juez de guardia, existen varios rasgos comunes. Todos tienen entre 18 y 21 años de edad y también todos arrastran antecedentes penales. Lesiones, robos, consumo de estupefacientes en vía pública...
Aunque la proclama que más se escucho durante la polémica concentración fue «Armengol dimisión», fuentes próximas a la investigación advirtieron que los jóvenes detenidos parecen tener más querencia por el vandalismo que por cualquier movimiento negacionista.
Esta gentes son los amigos de las izquierdas, los simpatizantes de Sanchez y sus colegas, los que protege tanto la justicia. Se dividen en ocupas, violadores, criminales, ladrones, vagos, Las izquierda no quieren aplicarles la pena de prisión permanente para los delitos de violación, y asesinato.