Con el inicio de curso y las condiciones impuestas por la pandemia, el debate sobre las jornadas escolares continuas o intensivas se está extendiendo entre los centros docentes concertados.
Este periódico informó la semana pasada de que la asociación de madres y padres del Col·legi Sant Francesc, de Palma, había realizado una encuesta que reflejaba un apoyo mayoritario a la jornada continua. De momento, el centro no ha mostrado una postura favorable a este cambio.
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Curiosamente, siendo otro centro franciscano, el Col·legi La Porciúncula, de s'Arenal (Palma), sí ha decidido adoptar la jornada intensiva a raíz de otra encuesta que proponía un horario de 09.00 a 14.00 horas en Infantil y Primaria, manteniendo el servicio de comedor y custodia hasta las 15.30 horas. Hubo un total de 316 respuestas, de las que 284 fueron afirmativas (el 90 %). A partir de este resultado, el centro ha implantado desde el pasado martes la jornada continuada en Infantil y Primaria de 09.00 a 14.00 horas y en la ESO, de 07.55 a 13.50 horas.
En La Salle, también en Palma, un grupo de padres y madres de alumnos de Infantil y Primaria se ha dirigido a la dirección del centro para solicitar el horario lectivo de 09.00 a 14.00 horas «mientras dure la situación de excepción». Este horario ya está previsto, pero sólo para los meses de septiembre y junio.
Este grupo de progenitores argumenta que esta modificación «minimizaría el riesgo de contagios en el centro al favorecer una menor frecuencia diaria de accesos, el escalonamiento en las salidas y eliminar el período lectivo tras la comida».
Estas familias proponen que «para los alumnos que precisen permanecer en el centro hasta las 16.30, se puede trasladar la actividad de patio organizada en grupos burbuja a la franja de la tarde, actualmente prevista para el mediodía».
Por su parte, en Sant Josep Obrer, igualmente de Palma, otro grupo de padres ha puesto en marcha una recogida de apoyos al horario intensivo «al menos hasta que se normalice la situación». Estas familias también alegan que «no se puede exponer a niños, padres y abuelos a cuatro entradas y salidas del colegio».
Estos padres y madres de Sant Josep Obrer recuerdan que hay otros colegios concertados que han cambiado a jornada intensiva y destacan que «nos gustaría sentirnos apoyados y protegidos por el colegio al que confiamos a nuestros hijos desde hace años».
Es de prever que este debate se amplíe todavía más a otros centros concertados, algunos de los cuales han implantado la jornada intensiva por propia iniciativa, sin ser necesario el empuje de las familias.